Baja California Sur sufre de saqueos tras paso del huracán Odile

18 de septiembre de 2014

Agua y alimentos, pero también cerveza, carnes frías, e incluso televisores de plasma y decoración navideña, son los objetos robados por cientos de personas en saqueos contra tiendas comerciales producidos en las últimas horas en Baja California Sur, luego del paso del huracán Odile. Ante la desesperación por la escasez de agua y alimentos, en diversas colonias de Los Cabos, los pobladores se han organizado en cuadrillas de vigilancia para luchar contra la rapiña de la delincuencia que, por las noches, ataca en medio del caos.

Asimismo, los centros comerciales han buscado, inútilmente, defenderse de los saqueos. Los trabajadores buscan repeler los robos con rifles de aire, no obstante, no pueden evitar que las personas roben mercancía que no son de consumo básico, como electrodomésticos y artículos de hogar. En respuesta a la caótica situación, al menos mil elementos de la Policía Federal y de la Gendarmería Nacional, así como de la Policía Estatal, Municipal y las Fuerzas Armadas han iniciado un operativo conjunto para acabar con los actos de delincuencia y rapiña. Pero "fueron rebasados en su intento por detener la aglomeración de personas que hurtaron lo que pudieron en los carritos de los supermercados", señala El País.

De acuerdo a la Comisión Federal de Electricidad, son alrededor de 239 000 (de un total de 246 000) los usuarios afectados por los daños a la infraestructura eléctrica. En consecuencia, cientos de personas sufren de escasez de agua potable por la paralización de las plantas potabilizadoras y las plantas de bombeo. Se prevé que El Zapoteco, buque de la Armada de México, llegue este jueves a las costas del estado con 24 000 cajas de víveres, incluidos alimentos enlatados, agua embotellada y artículos de limpieza e higiene personal.

Por su parte, las autoridades mexicanas y las aerolíneas continúan el desalojo de 26 000 turistas varados en la zona por el huracán. Tras el paso por la península, el huracán pasó de categoría cuatro a uno, lo que, sin embargo, no minimizó sus efectos. Impactó Baja California Sur con categoría tres de cinco de Saffir-Simpson y con vientos superiores a los 200 kilómetros por hora y rachas de hasta 250.

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