Paro de transportadores genera caos en Bogotá

Cerca de 24.000 buses, busetas y colectivos dejaron de circular este martes (2) y miércoles (3) debido a un paro organizado por la Asociación de Propietarios del Transporte Público (Apetrans), que protesta por la decisión de la administración distrital de retirar algunas rutas debido a la entrada en funcionamiento del sistema TransMilenio en las avenidas NQS y Suba.

El sistema Transmilenio no dio abasto ante el incremento de la demanda por el paro convocado por los transportadores este martes (2), que afectó a más de 4 millones de personas en la capital colombiana (Archivo)

Bogotá, Colombia
3 de mayo de 2006

Un sector de transportadores, agrupados en la Confederación Nacional de Transportadores Urbanos (Conaltur), acordó la tarde del miércoles (3) detener la parálisis y sentarse a negociar con la administración del Distrito Capital. Sin embargo, Apetrans, que lidera el cese de actividades, se mantiene en su posición. Al mediodía, el Alcalde Mayor Luis Eduardo Garzón declaró, después de reunirse con el presidente Álvaro Uribe: "Si levantan ese paro de una vez, buscamos mesas de diálogo. No les estoy pidiendo más, ya les dije que no puedo negociar. Los transportadores tienen que entender que tiene un rechazo muy fuerte y hoy lo más importante es que hay una ciudad en progreso, en desarrollo".

Los transportadores reclaman además por la medida del Pico y placa ambiental, restricción que prohíbe la circulación de los buses con más de 10 años de antigüedad entre las 07:00 y las 11:00 con el fin de reducir la contaminación ambiental. Garzón dijo en una rueda de prensa el martes a las 19:00 (00:00 UTC) que iba a aplicar sanciones de hasta $280 millones (US$117.700 ó 93.400 euros) a aquellos transportadores que continúen en paro, mientras precisó las medidas para enfrentar el problema que afecta a más de 4 millones de personas.

Las autoridades suspendieron la restricción a los vehículos particulares (Pico y placa) en las horas pico (punta), declararon libertad temporal de rutas, suspendieron las clases en escuelas y colegios oficiales y adelantaron el inicio de actividades de TransMilenio, que este miércoles comenzó a funcionar a las 04:00, una hora antes de lo normal. El secretario de tránsito de Bogotá, Justo Germán Bermúdez, precisó también que protegerá a aquellos conductores de servicio público que decidan salir a trabajar: "estamos anunciándole a los transportadores que tenemos la póliza de seguros con La Previsora". El miércoles, el alcalde del vecino municipio de Soacha autorizó la circulación de 3.500 de sus buses en el sur y occidente de la ciudad, a fin de ayudar a los usuarios afectados.

Por su parte, los transportadores le piden a la administración dialogar: "Realmente la orden que se les ha dado (a los conductores y propietarios) es guardar los vehículos del transporte público en Bogotá. Que entendamos que cuando hay un desplazamiento de gente que esta trabajando y nos pasan a otra ruta, nos condenan es a la miseria", declaró el presidente de Apetrans Alfonso Pérez, quien respecto del anuncio de sanciones dijo: "esta es una calentura del alcalde, no entendemos como una persona que dice haber sido líder sindical nos está prohibiendo el derecho a la huelga".

En horas anteriores, el alcalde Garzón había sostenido que no iba a negociar bajo presión y que sólo se sentaría a la mesa con los transportadores si suspendían la parálisis: "todas las garantías las tienen, de ahí para allá es boicotear el proceso de movilidad de la ciudad". Así las cosas, Apetrans decidió, junto con los demás transportadores que les apoyan, declarar indefinido el paro: "Si hoy (martes 2) no se llega a nada seguimos en paro el tiempo que sea necesario, ya nos están llamando de solidaridad de varias ciudades que podrían entrar al paro. Bucaramanga, Cartagena, Barranquilla y Cali, ya nos mandaron su propuesta". En algunas de esas ciudades están planeándose o construyéndose sistemas de transporte masivo similares a TransMilenio.

En las avenidas donde existe Transmilenio se registraron grandes filas para ingresar a las estaciones y portales, pues en muchos sectores esa es la única opción de transporte masivo. El sistema no dio abasto, a pesar de funcionar el martes hasta la medianoche, una hora después de lo habitual. En otros lugares, los usuarios recurrieron a camiones, volquetas, automóviles particulares, buses intermunicipales o de turismo, vehículos de transporte escolar, bicicletas o se desplazaron a pie. Algunas personas denunciaron abusos en los cobros de los pasajes por parte de los taxistas. En algunas entidades gubernamentales se les permitió a los empleados salir más temprano.

"No hay servicio, hay atropellados, hay gente en los puentes colgándose, todo un desastre total en esa vía. Entonces lo que pedimos es que las empresas colaboren y que nos ayuden por favor con el transporte", declaró a los medios un usuario que se encontraba en la Autopista Sur. Por otra parte, Fernando Ruge, que participó en las protestas de la Calle 80 con Carrera 77, afirmó: "Mi papá es un señor transportador y en el momento en que entró TransMilenio estamos dejando de comer, está dejando de comer mucha gente".

La parálisis fue cercana al 90% y afectó principalmente a los habitantes de los sectores periféricos de la ciudad. Hubo algunos disturbios en las localidades de Ciudad Bolívar, Usme, Avenida Calle 80 con Carrera 77 (noroccidente) y en el barrio José Antonio Galán (suroccidente). Algunas de los desórdenes fueron en respaldo a los transportadores, mientras que otros fueron ocasionados por la ausencia de buses alimentadores, que conectan a algunos sectores con las estaciones de las troncales de TransMilenio. El Portal de las Américas fue cerrado el martes por estos problemas, que dejaron varias decenas de heridos y más de 60 detenidos.


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