Puigdemont asegura que declarará la independencia en cuestión de días; Felipe VI acusa deslealtad inadmisible

3 de octubre de 2017

Carles Puigdemont, presidente de la Generalidad de Cataluña, aseguró al medio británico BBC que declarará la independencia "en cuestión de días". Esta fue su primera entrevista desde la realización del referéndum el pasado domingo (1 de octubre). El presidente indicó que "actuará a finales de esta semana o comienzos de la próxima".

Puigdemont dio estas declaraciones a la BBC momentos antes de que el rey español Felipe VI diera un discurso televisado. En él, el monarca acusó a las autoridades catalanas de "deslealtad inadmisible". En palabras de Felipe VI, las decisiones del gobierno de Cataluña "han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado". Agregó que "han quebrantado los principios democráticos de todo Estado de derecho y han socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana, llegando ─desgraciadamente─ a dividirla".

El rey aseguró que "hoy la sociedad catalana está fracturada y enfrentada". Por su parte, Puigdemont señaló que "sería un error que cambiaría todo" la intervención del gobierno de España para tomar el control del gobierno catalán. Además, calificó de "muy decepcionante" la reacción de la Unión Europea para con la actuación de la policía española, acusada de excesos y violencia en sus esfuerzos por evitar que se efectuara la consulta.

Felipe VI dio su discurso con un tono grave y traje negro e hizo referencia a los hechos "que se han ido produciendo en Cataluña, con la pretensión final de la Generalitat de que sea proclamada −ilegalmente− la independencia de Cataluña". Dirigió unas palabras a los catalanes para afirmarles que viven en un Estado democrático que ofrece vías constitucionales para defender ideas dentro del respeto a las leyes.

Previamente, el 13 de septiembre, el rey señaló que la Constitución "prevalecerá sobre cualquier quiebra". En el pasado referéndum, según cifras del Gobierno catalán, votaron 2.3 millones de personas (40% de la población que podía votar). Puigdemont proclamó la victoria y anunció el envío de los resultados al Parlamento local "para que se implementen". Asimismo, fuertes críticas causó la actuación de las autoridades policiacas, que trataban de impedir la consulta. Alrededor de 800 personas sufrieron heridas.

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