Terapia mexicana aumenta la supervivencia de pacientes de cáncer cervicouterino

19 de junio de 2009


Un equipo de investigadores mexicanos de la Unidad Periférica de Investigación en Cáncer del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México han desarrollado en el Instituto Nacional de Cancerología una terapia que incrementa la esperanza de vida de las pacientes de cáncer cervicouterino localmente avanzado.

Muestra citológica de una prueba de Papanicolaou, la cual se utiliza para diagnosticar cáncer cervicouterino y debe aplicarse periódicamente para prevenir esta enfermedad.
La radioterapia y la quimioterapia actúan en combinación para dañar el ADN de las células cancerosas. La gemcitabina, utilizada en este nuevo estudio, potencia el efecto de la radioterapia.

El nuevo tratamiento, que marca la pauta a nivel mundial, consiste en utilizar el fármaco gemcitabina como agente radiosensibilizador para potenciar los efectos de un régimen de quimioterapia con cisplatino combinada con radioterapia, según explicó Alfonso Dueñas González, quien dirigió el estudio oncológico. A pesar de que la presencia de una segunda droga hace el esquema ligeramente más tóxico, los efectos secundarios son agudos y se dan sólo durante los 70 u 80 días que dura el tratamiento, durante el cual la paciente puede debilitarse, como en cualquier quimioterapia.

Bajo este tratamiento, la supervivencia de las pacientes se eleva a 78 por ciento. Esto es 9 por ciento sobre los métodos convencionales, según concluyó el estudio en su fase III, la cual fue realizada a lo largo de cuatro años entre 515 pacientes de diversos países.

El cáncer cervicouterino. a pesar de ser evitable si es detectado a tiempo mediante la prueba de Papanicolaou, ocasiona más de un cuarto de millón de decesos al año a nivel mundial al ser la segunda causa de muerte por carcinomas en mujeres, y el segundo padecimiento más diagnosticado en este grupo.

Una de las ventajas de esta terapia es que tanto la gemcitabina como el cisplatino son medicamentos accesibles, poniéndola al alcance de la población mundial para reducir la tasa de letalidad de esta enfermedad. Dueñas González adelantó que, a pesar de que la lucha contra el cáncer cervicouterino debe enfocarse en la detección temprana más que en el tratamiento, se espera que la terapia esté disponible a la brevedad en diversas instituciones de México y del mundo.

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