California vive una fiebre de bodas homosexuales tras ser legalizadas

19 de junio de 2008

Las oficinas municipales ampliaron sus horarios. Decenas de parejas pasaron la noche haciendo cola para recoger sus licencias matrimoniales y dar un sí, quiero que han esperado durante años. Ayer, poco más de un mes después de que el Tribunal Supremo de California declarara inconstitucional la prohibición de las bodas gays y se convirtiera en el segundo territorio de EE. UU. en permitirlas después de Massachusetts, el estado vivió su segundo día de enlaces homosexuales. Si el primero estuvo marcado por el simbolismo, el de ayer empezó a extender la normalización. Pero quedan retos.

En San Francisco, una de las pocas ciudades donde el lunes se oficiaban bodas, el alcalde, Gavin Newsom, unió a Del Martin, de 87 años, y Phyllis Lyon, de 84, pareja durante cinco décadas y que, tras años condenadas al ostracismo, se hicieron unas de las primeras abanderadas de la igualdad sexual en EE. UU..

Martin y Lyon se habían casado ya en el 2004, cuando Newson rompió la ley estatal y aprobó 4.000 bodas. Su matrimonio, como los otros 3.999, fue invalidado entonces por el Supremo, el mismo que cuatro años más tarde ha aprobado, en una resolución sin precedentes en EE. UU., que la discriminación por orientación sexual es tan inconstitucional como la motivada por raza o sexo.

Según cifras de las autoridades y la prensa locales, en el condado de Los Ángeles (10 millones de habitantes) los registros civiles emitieron solo el martes 648 certificados de matrimonio, mientras que en un día normal de junio el promedio es de 194, indicó el director de esta entidad, Dean Logan.

Al sur de California, en los condados de Orange y de San Diego, que entre los dos suman unos tres millones de habitantes, se entregaron cerca de 300 certificados el martes a parejas homosexuales, de acuerdo a estimaciones de la prensa local.

Al norte, en San Francisco (donde viven 750.000 habitantes), se emitieron 152 certificados matrimoniales a parejas del mismo sexo, según el conteo del diario San Francisco Chronicle.

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