Ciudad de México luce fiesta espectacular de luz y color por el Bicentenario de la Independencia

17 de septiembre de 2010

La Ciudad de México se vistió de luz y color al celebrar 200 años del inicio de la Independencia de México. Dos días de festejos incluyeron el despliegue de dos desfiles magnos, cientos de conciertos musicales y actividades artísticas. El festejo principal, en el centro de la urbe, reunió a 400 mil almas, quienes vieron iluminarse el cielo por quince minutos de pirotecnia tras el tradicional Grito de Independencia.

Luego de dar el Grito de Independencia, inició un espectáculo de pirotecnia, que incluyó a la Columna de la Independencia, que se iluminó con pirotecnia fría por varios minutos. Foto: Iván Martínez / Wikimedia Commons

A pesar de las previsiones de violencia la jornada patria transcurrió en calma y con saldo blanco, en la capital y en el país. El único incidente reportado fue la desactivación de un atentado terrorista en Cancún por una célula del grupo delictivo Los Zetas, quienes planeaban causar muertes en el festejo principal de dicho destino turístico para distraer a la policía y sacar presos de la cárcel.

Desde temprana hora, cientos de personas comenzaron a arribar a la Plaza de la Constitución, en donde se montaron tres escenarios que mostraron espectáculos distintos. Fuerzas de seguridad federal, incluidos cientos de francotiradores, se apostaron en el llamado popularmente Zócalo.

Por una estimación de que llegarían hasta el primer cuadro hasta dos millones de personas, las autoridades hasta la tarde del 15 de septiembre anunciaban por distintos medios que la gente no acudiera a los festejos, y que mejor lo siguiera por televisión. Sólo en el Zócalo y algunas calles aledañas, Wikinoticias constató que hubo aglomeraciones, pero en otros sitios la concurrencia era alta, pero no como la anunciaron las autoridades, por lo que los espectáculos se disfrutaron con comodidad.

Celebración de la mexicaneidad

En punto de las cuatro y media de la tarde inició el Desfile del Bicentenario, desde la Puerta de los Leones hasta el Zócalo, por todo el Paseo de Reforma. La colorida parada fue una celebración a la mexicaneidad -a veces abstracta pero siempre festiva- en el que se representaron momentos de su historia y elementos de su cultura popular. Un enorme Quetzalcóatl, pero hecho al estilo de dragón chino con brillantes leds. O cientos de carritos vendedores de camotes, como los que hay por cientos en las calles de México, parte de un espectáculo nombrado Suave Patria, epítome del poeta zacatecano Ramón López Velarde. Decenas de guerreros ocelote contra guerreros águila con armas iluminadas. Se observa como una nave en medio de la multitud, un barquito de papel gigante hecho con las páginas de la Gaceta de México, primer diario de la nación. Una imprenta gigante, que en su parte superior es un half pipe para patinadores. Y así, todo un recorrido alegórico por la historia mexicana.

Otro contingente fue el de los distintos géneros que definen el gusto musical de los mexicanos. Uno a uno desfilaron el danzón, el mariachi, el norteño, la cumbia, el rock, etcétera. El desfile, en el que participaron 7 mil voluntarios, arribó al Zócalo para dar paso al resto del programa.

En la Columna de la Independencia, se instaló un escenario compuesto por enormes barras luminosas. El programa inició con un concierto especial, dado por Alondra de la Parra y la Orquesta de las Américas, y por Ely Guerra, Natalia Lafourcade y LoBlondo, vocalista de Hello Seahorse!. En el recital, las tres cantantes, ataviadas elegantemente, reinterpretaron canciones mexicanas como Farolito, La Llorona y Solamente una vez.

En otros escenarios, destacó la participación de Lila Downs y La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio.

Dentro del Zócalo, el festejo inició con una ceremonia basada en el encendido del Fuego Nuevo, un antiguo ritual mexica en el que participaron representantes de distintos pueblos indígenas. Luego, inició un concierto musical basado en su mayoría en la tradicional música de mariachi y distintos grupos de música vernácula. El desfile proveniente de Paseo de la Reforma entró a la plaza principal, para dar paso a los espectáculos principales.

Dentro de estos destacó el llamado Coloso, una escultura hecha en poliuretano de 20 metros de altura, la cual -se aclaró posteriormente- representa a un insurgente anónimo y se levantó con ayuda de una grúa en medio de la plaza. También se presentó un espectáculo de danza aérea.

A las 11 de la noche, el presidente Felipe Calderón salió al balcón de Palacio Nacional, tañió la campana de Dolores y dio el tradicional Grito de Independencia. Luego de las tradicionales loas a los héroes, el presidente añadió "¡Viva el Bicentenario de la Independencia!, ¡Viva el Centenario de la Revolución!” y tres sonoros “¡Viva México!”, y ondeó la bandera mexicana desde el balcón principal.

Prosiguió un show espectacular de pirotecnia que duró más de 10 minutos e iluminó el cielo citadino. Al mismo tiempo, se realizaron proyecciones sobre la Catedral Metropolitana y disparos de fuego en el Palacio Nacional.

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Fuentes

  Este artículo incluye un reportaje periodístico original de un wikirreportero.