Comentarios:La Universidad Nacional Autónoma de México exige la liberación de su Torre de Rectoría

(Sin título)

Autor Anónimo   •   Fecha 01:29 – 28 de abril de 2013

En mi opinión hay instituciones que hay que valorar, y protestas que hay que dirigir de manera que sean escuchadas a quienes van dirigidas, pero esto tiene mas a fondo que sólo violencia.

Hay intereses tanto ocultos como ilegales o por lomenos eso se ve en los involucardos.

LIBERACION DE LA TORRE DE RECTORIA

Autor APOLINAR GARCIA OTERO   •   Fecha 29 de abril de 2013, 00:13 UTC

YO CREO QUE LAS LEYES Y LOS REGLAMENTOS DEBEN DE APLICARSE PARA TODOS, NADIE PUEDE ESTAR POR ENCIMA DE LA LEY, Y CREO QUE A LAS PERSONAS QUE TOMARON RECTORIA DEBE DE APLICARSELES LA LEY, YA QUE SUS ACCIONES AFECTAN EL DERECHO DE MUCHOS Y SOBRE TODO SE GENERA UNA SENSACION DE ANARQUIA.

<La UNAM, patrimonio de los mexicanos>

Autor <Gerardo González, Cristina González, Héctor Fernández>   •   Fecha 29 de abril de 2013, 02:59 UTC

<La UNAM, patrimonio de los mexicanos La universidad pública ha sido, entre otras aspectos, el proyecto cultural más importante que se ha construido en México en los últimos 100 años, el cual ha contribuido a edificar un país más justo, más libre, más democrático. En las aulas de la universidad pública se han formado una gran cantidad de los profesionistas que han contribuido a la construcción del México actual. Muchos de estos hombres y mujeres han destacado en las letras y en las ciencias, otros han brillado como dirigentes políticos y líderes empresariales. En estos tiempos, la universidad pública es una institución indispensable para combatir la desigualdad social a través de las oportunidades que ofrece a muchos mexicanos, principalmente jóvenes. Dentro de las universidades públicas, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destaca como la máxima casa de estudios del país. Es sin duda alguna, patrimonio de todos los mexicanos. El 19 de abril pasado, un grupo de jóvenes irrumpió en la Torre de Rectoría de la UNAM destrozando cristales y pintarrajeando algunos de sus muros para exigir la readmisión de cinco estudiantes del Colegio de Humanidades que fueron expulsados por agredir a trabajadores de la UNAM el pasado mes de febrero. También se han expresado reivindicaciones que trascienden el ámbito de la Universidad, algunas de ellas vinculadas con las protestas de docentes en Guerrero y Oaxaca. Otras tan genéricas y difíciles de imaginar su posible cumplimiento por parte de las autoridades universitarias, como la que manifiesta que dejarán las instalaciones “hasta que se termine la explotación que conlleva el sistema capitalista”. La comunidad de la UNAM tiene todo el derecho a expresar sus demandas o inconformidades pero lo debe de hacer a través de las vías adecuadas para ello. Nadie debe destruir o dañar de ninguna forma los bienes de la UNAM, porque además de constituir un delito, estos pertenecen a la nación. La autonomía debe ser garante para que la UNAM cumpla con los fines de educar, investigar y extender la cultura, bajo los principios de libertad de cátedra, de libre examen y discusión de las ideas, pero nunca para que algunos de sus miembros o personas extrañas, cometan delitos impunemente, protegidos en la seguridad que ofrece la autonomía y lo complejo que sería la intervención de la fuerza pública.

Las autoridades de la universidad deben de estar abiertas al diálogo cuando éste se realice en forma adecuada, pero no deben permitir acciones ilegales que pongan en peligro la integridad física de su comunidad y de las instalaciones de nuestra máxima casa de estudios, así como los propósitos que tiene encomendados.

Conforme a derecho y dentro de un marco de respeto y prudencia, se deben tomar las acciones correspondientes para recuperar las instalaciones. Así se han expresado muchas instituciones educativas y órganos, como el Instituto Federal Electoral. >