Cuba y Estados Unidos restablecen relaciones tras liberación mutua de prisioneros

17 de diciembre de 2014

Tras una confrontación política e ideológica de 56 años entre los Estados Unidos de América y la República de Cuba, los presidentes de ambos países, Barack Obama y Raúl Castro han anunciado el restabecimiento de relaciones diplomáticas.

Después de la mediación ofrecida del papa Francisco acerca prolongadas negociaciones para conceder la libertad al excontratista de USAID, Alan Gross (quien fue condenado por la justicia cubana por instalar de forma ilegal Internet para la comunidad judía de la isla) y a un exagente de origen cubano que trabajaba para el país norteamericano, Obama anunció no solo la libertad de los tres agentes de inteligencia cubanos que aún se mantenían prisioneros (Ramón Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández) sino que reabrirá su embajada en La Habana, anuncio que el mandatario cubano hizo lo propio con la de Washington, mediante un diálogo telefónico que duró 45 minutos y que posteriormente se dirigieron a los medios de comunicación en sus respectivos países.

Hoy, Estados Unidos está tomando medidas históricas para trazar un nuevo rumbo en nuestras relaciones con Cuba y para confraternizar y comunicarse con el pueblo cubano. Estamos separados por 90 millas de mar, pero unidos gracias a las relaciones entre los dos millones de cubanos y cubano-americanos que viven en Estados Unidos con los 11 millones de cubanos que comparten una esperanza similar de llevar a Cuba a un futuro más prometedor.

(Por lo tanto), estos 50 años (de embargo) han demostrado que el aislamiento no funciona. Es hora de un nuevo enfoque.

— Barack Obama, presidente de Estados Unidos

Desde mi elección como Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, he reiterado en múltiples ocasiones, nuestra disposición a sostener con el gobierno de los Estados Unidos un diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, para tratar los más diversos temas de forma recíproca, sin menoscabo a la independencia nacional y la autodeterminación de nuestro pueblo.

Esto no quiere decir que lo principal se haya resuelto. El bloqueo económico, comercial y financiero que provoca enormes daños humanos y económicos a nuestro país debe cesar; (así que) proponemos al Gobierno de los Estados Unidos adoptar medidas mutuas para mejorar el clima bilateral y avanzar hacia la normalización de los vínculos entre nuestros países, basados en los principios del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.

— Raúl Castro, presidente de Cuba

Con este anuncio, Obama también propuso otras medidas de apertura hacia Cuba con el fin de menguar el bloqueo económico impartido desde 1961 como la reconsideración de la lista de naciones que apoyan el terrorismo, el aumento de la cantidad de dinero enviado desde las comunidades cubanoamericanas al país antillano, el aumento de viajeros norteamericanos a dicho país, la apertura de cuentas comerciales de los cubanos en bancos norteamericanos y desbloqueo de las existentes. En tanto, el senador republicano de Florida, Marco Rubio, criticó la medida presidencial por consentir al gobierno cubano en no promover los derechos humanos y el sistema democrático occidental.

En tanto, el secretario de la ONU, Ban Ki-moon y diversos líderes latinoamericanos como Nicolás Maduro (de Venezuela), Dilma Rousseff (Brasil), José Mujica (Uruguay), Juan Manuel Santos (Colombia) y Ollanta Humala (Perú) vieron con buen agrado el restablecimiento de las relaciones cubano-estadounidenses calificando el momento de "histórico".

“Es un paso fundamental para la normalización de las relaciones entre los dos países que va a repercutir muy positivamente en todo el hemisferio. (El presidente Obama) tuvo que abrir la puerta a que en un futuro no muy lejano podamos alcanzar el sueño de tener un continente donde haya paz entre las naciones y al interior de ellas.

— Juan Manuel Santos, presidente de Colombia

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