Discusión:Laura Chinchilla rechaza invitación de Daniel Ortega a esperar fallo de CIJ en frontera común
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Este usuario se trasladó hasta las inmediaciones de Casa Presidencial en Zapote, Costa Rica, donde la Presidenta, Laura Chinchilla, denegó la invitación del Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. --Luis 03:37 6 mar 2011 (UTC)
Invitación del Presidente de Nicaragua hacia la Presidenta de Costa Rica
editarManagua, 5 de marzo del 2011
Señora Presidenta de Costa Rica
Doña Laura Chinchilla
Excelentísima Señora Presidenta:
A través de nuestro Embajador Harold Rivas hemos conocido de las advertencias de la Cancillería costarricense sobre posibles actuaciones de grupos provocadores en contra de las Sedes Diplomáticas de nuestro País en la hermana Costa Rica.
Al lamentar profundamente que en esa nación hermana, el aliento a la xenofobia provoque alertas y alarmas de ese tipo, nosotros queremos reiterar a usted que en Nicaragua, la situación y el ánimo de los nicaragüenses en relación a Costa Rica, es totalmente diferente.
Nuestro Gobierno ha asegurado a l@s nicaragüenses que en este diferendo que, desafortunadamente y en contra de la voluntad de Nicaragua, nos ha apartado de la Mesa de Diálogo, no nos guía ningún sentimiento de animadversión al pueblo o Gobierno de Costa Rica, a quienes consideramos parte de la Unión Centroamericana que nos corresponde trabajar para, algún día, consolidar un Frente común contra la pobreza, y en dirección a alcanzar mejor calidad de vida para las familias, para la juventud, para las mujeres de nuestra Región Centroamericana.
El próximo 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, Nicaragua y Costa Rica esperan la primera respuesta de la Corte Internacional de Justicia sobre el diferendo de los últimos meses. Nuestro país, nuestro pueblo, han permanecido y permanecerán en calma y en plena disposición de acatar lo que el Máximo Tribunal de Análisis y Resoluciones sobre diferencias entre países, dicte en este caso. A lo largo de estos meses, nuestro pueblo ha mantenido tranquilidad y cordura en el reconocimiento a la Autoridad de un Tribunal Superior al que Nicaragua, desde un inicio, solicitó recurrir, para analizar y proponer soluciones sobre los temas de fondo, como ha ocurrido ya en otros casos, momentos y circunstancias.
Quiero recordarle que no es Nicaragua quien ha incumplido las Sentencias y Mandatos de la Corte Internacional de Justicia. Son otros países los que han desconocido Resoluciones históricas, que les han conminado a indemnizar al pueblo de Nicaragua por daños incalculables y perjuicios a la vida de todo un pueblo, órdenes del Máximo Tribunal que todavía no se acatan.
Al celebrarse este 8 de marzo el día en que el mundo rinde homenaje a las luchas de las mujeres por Equidad y Derechos, en primer lugar deseo felicitar a la Primera Mujer Presidenta de Costa Rica, y en usted, a su Pueblo, por este avance histórico. Me permito, igualmente, invitarle a realizar un Encuentro fraternal, que muestre al mundo el ejemplo de dos países, cuyos líderes pueden reunirse a esperar, con serenidad y compromiso, la respuesta de la Corte Internacional. Podríamos reunirnos en la frontera común, o donde usted indique, para esperar juntos, Costa Rica y Nicaragua, esa Resolución, y ahí mismo suscribir el compromiso de trabajar para armonizar nuestras relaciones, y retomar los Planes y Propuestas que en nuestra Agenda Binacional siguen pendientes de un acuerdo y una disposición, que nuestros pueblos necesitan y demandan.
Estoy haciendo extensiva esta invitación a los Hermanos Gobiernos de México y Guatemala, para que consideren acompañarnos en esos momentos trascendentales, ratificando así el pleno respaldo de Mesoamérica al entendimiento y la cooperación indispensables entre nuestros Pueblos y Gobiernos.
Reitero a usted la seguridad de que, en Nicaragua, no se alienta ningún tipo de sentimiento adverso a esa fraternidad que nos toca construir cada día entre l@s herman@s centroamericanos para hacer realidad la vida digna y próspera que nuestras Naciones, nuestros Pueblos, nuestras Familias, y sobre todo nuestra Juventud, merecen.
La saluda, con el espíritu de Hermandad Centroamericana, que unió a nuestros Próceres en Gestas Históricas que afianzaron, Independencia, Libertad y Soberanía de nuestros Pueblos.
Daniel Ortega SaavedraRespuesta de la Presidenta de Costa Rica al Presidente de Nicaragua
editarLaura Chinchilla Miranda Presidenta de la República
San José, 5 de marzo de 2011
Excelentísimo señor Presidente:
Agradezco que, tras varios días de guardar silencio, haya al fin declarado oficialmente, en la carta que me dirigió este sábado 5 de marzo, que su Gobierno respetará la decisión de la Corte Internacional de Justicia sobre las medidas provisionales solicitadas a ese órgano por Costa Rica, ante la agresión a nuestro territorio ejecutada por fuerzas militares bajo su mando.
Esa acción arbitraria, la destrucción ambiental a que ha conducido, el desdén de su Gobierno por la verdad de los hechos y su reiterada negativa a un arreglo a la crisis, dentro de los parámetros del diálogo, el derecho internacional, los organismos multilaterales, el respeto mutuo y la integridad territorial, ha producido justificada inquietud e indignación entre los costarricenses.
Aún así, como lo pueden testimoniar los centenares de miles de hermanos nicaragüenses que conviven con nosotros ante la carencia de oportunidades en su país, nada ha alterado la hermandad entre nuestros pueblos. Nuestras manos, las de los costarricenses y nicaragüenses, siguen unidas, a pesar de que las políticas de su Gobierno han pretendido separarlas. De allí que el deterioro en nuestras relaciones políticas oficiales haya sido inevitable. Pero aún, presidente Ortega, podemos repáralas mediante una actitud constructiva, respetuosa y ajena a cualquier oportunismo político interno.
Fue en este espíritu que, en mi condición de Presidenta libremente elegida de Costa Rica, le expresé a usted mi voluntad de proceder a desarrollar una relación propositiva, transparente y caracterizada por la buena fe con el gobierno que usted preside.
Desde el momento mismo de la visita que efectué a Managua como Presidenta electa, le confirmé mi firme disposición de avanzar junto a los nicaragüenses en la lucha por el desarrollo y el progreso en libertad, así como en acometer una gestión conjunta en el manejo de la amplia agenda bilateral.
Lamentablemente, a los pocos meses de ejercer la Presidencia comencé a recibir señales negativas de parte de su gobierno. Esta política llegó a su culminación el pasado mes de octubre cuando las tropas nicaragüenses violentaron la soberanía territorial de mi país al invadir y ocupar el suelo nacional, ocupación ilegal que se mantiene a la fecha, irrespetando e ignorando los tratados y laudos vigentes desde hace más de 150 años. Esta situación, ha sumido a nuestras dos naciones en un conflicto, que de no ser por la actitud costarricense, pudo haber ocasionado la perdida de vidas humanas nicaragüenses y costarricenses.
Somos un país que arregla sus diferencias con el derecho internacional, en el marco de los organismos creados para ello. Tuvo Usted la oportunidad de demostrarle al mundo una actitud diferente, pero optó por mantener la invasión y la destrucción ambiental de nuestro territorio.
El 4 de marzo, nuestra Cancillería convocó al embajador Harold Rivas para ponerlo al tanto de las medidas que hemos tomado para resguardar las representaciones diplomática y consulares de Nicaragua en nuestro país. Es parte de las obligaciones que tenemos como gobierno responsable y respetuoso de los compromisos internacionales. Lamento, pero no me sorprende, que usted haya tergiversado ese mensaje.
El próximo martes, esperaremos con serenidad la decisión de la Corte Internacional de Justicia. Lo haré junto a mi pueblo, que me eligió libremente y alque debo rendir cuentas cada día, con transparencia y serenidad, como corresponde en toda democracia.
Espero que, tras esa decisión, y sobre la base de la buena fe y el cumplimiento de las resoluciones del alto tribunal, podamos abrir el camino para un proceso de normalización de nuestras relaciones. La ayuda de países amigos, como México y Guatemala, será determinante en esa tarea. Lamento que, debido a su negativa de recibir a sus cancilleres en días recientes, así como a un grupo de representantes del Parlamento Europeo, se haya frustrado la posibilidad de una primera gestión en nuestras capitales.
Espero que, a futuro, su conducta sea consecuente con las palabras de su carta. Si es así, señor Presidente, podremos reunirnos, sin dobleces ni afanes manipuladores, con un solo objetivo: el bienestar, la democracia, el respeto al derecho y la convivencia pacífica entre nuestros pueblos.
Excelentísimo señor Daniel Ortega Saavedra Presidente de la República de Nicaragua
Managua, Nicaragua