El exprimer ministro portugués José Sócrates es acusado de 31 delitos de corrupción

11 de octubre de 2017

El exprimer ministro de Portugal, José Sócrates (2005-2011), fue acusado por la Fiscalía General del Estado, luego de tres años de investigaciones, de 31 delitos de corrupción. En la llamada "Operación Marqués" suman 28 implicados, encabezados por Sócrates y Ricardo Salgado, un exbanquero fundador del Banco Espírito Santo.

Manifestaciones contra Sócrates en 2009.
José Goulão

Al exmandatario se le acusa de tres delitos de corrupción pasiva, 16 de blanqueo de capitales, nueve de falsificación de documentos y tres de fraude fiscal cualificado. Las investigaciones iniciaron el 22 de noviembre de 2014, cuando Sócrates fue detenido en el Aeropuerto de Lisboa, procedente de París. Pasó nueve meses en prisión, tal como lo permite la ley de Portugal para impedir que se entorpezca una investigación.

La "Operación Marqués" descubrió una sofisticada trama de ingeniería financiera maquinada por su exmujer, Sofia Fava. En un comunicado, la Fiscalía lusa señala que el exprimer ministro acumuló 24 millones de euros durante su mandato y que los recibió de Grupo Lena, Espíritu Santo y Vale de Lobo. Posteriormente, logró ocultar el dinero en cuentas suizas gracias a la participación de múltiples testaferros.

En el sumario de más de 4000 folios, la fiscalía resumió al ministerio público el caso, explicando que entre 2006 y 2015, gracias al exprimer ministro, Grupo Lena alcanzó contratos comerciales con Carlos Santos Silva como intermediario y también acusado. Él, además, era un testaferro de Sócrates y se encargaba de pagar los lujos del mandatario y su familia. Su defensa califica el proceso, que podría extenderse hasta el 2025, de "una novela vacía de hechos y pruebas".

Sócrates había expresado su intención de regresar a la vida política cuando el caso quedara resuelto. Incluso, se hablaba de una candidatura a la presidencia del país en 2020. No obstante, las acusaciones son un fuerte revés para el político socialista y sus seguidores, que consideraban el atraso en la presentación de los cargos como una demostración de falta de evidencias en su contra. Las investigaciones contaron con el apoyo de la Autoridad Tributaria de Portugal y se entrevistó a 200 testigos. También hubo cruce de datos de más de 500 cuentas bancarias en el país y el extranjero.

Fuentes