Enfrentamientos de campesinos chinos con la policía dejan 20 muertos

Las fuerzas de seguridad chinas han acordonado una aldea donde la policía al parecer disparó y mató a 20 personas, en lo que se considera como el mayor uso letal de la fuerza por parte de las autoridades desde la Revuelta de la Plaza de Tian'anmen en 1989.

Ubicación de la ciudad de Shanwei (en amarillo) en la provincia de Guandong, al sur de China.

13 de diciembre de 2005

Días después de que se conocieran los informes acerca de los incidentes, Pekín ha confirmado que la policía había disparado el martes (6) a los campesinos que protestaban contra una posible confiscación de tierras. Según los comunicados gubernamentales, tres personas recibieron disparos de la policía mientras ésta intentaba sofocar una manifestación. El incidente sucede meses después de una protesta contra la construcción de una planta de energía, que según los aldeanos se encontraba en tierras robadas.

Las autoridades arrestaron al comandante policial acusado de autorizar los disparos. Cientos de policías han bloqueado las vías en la aldea de Dongzhou, parte de la ciudad de Shanwei en la provincia sureña de Guangdong, cercana a Hong Kong.

Los aldeanos afirman que hasta 20 personas murieron en los enfrentamientos. Dicen también que otras 300 fueron arrestadas por protestar en los últimos meses. La protesta del martes anterior tenía como fin pedir la liberación de 3 más que habían sido detenidos.

Un comunicado del gobierno, emitido luego de una censura informativa de cuatro días, dice que los campesinos atacaron a la policía con palos, cuchillos y bombas molotov. "La policía fue obligada a abrir fuego alarmada. En la confusión, tres campesinos murieron, ocho resultaron heridos, tres de ellos de gravedad".

No obstante, los campesinos afirmaron que la protesta era pacífica y que, máximo, sólo se lanzaron fuegos artificiales al aire. Un adolescente dijo: "No esperábamos que la policía abriera fuego. Lanzaron gases lacrimógenos primero y luego dispararon".

Según los periódicos de Hong Kong, los residentes dicen que la policía está yendo de puerta a puerta ofreciendo dinero para sacar los cuerpos de los muertos, con el fin de reducir el visible número de víctimas.

Los oficiales gubernamentales locales afirman que los asesinatos serán investigados, pero en vez de culpar a los oficiales que tiraron del gatillo o dieron la orden de disparar, acusaron a tres residentes de fomentar la protesta, añadiendo que "deberían cargar con la responsabilidad legal de lo que sucedió". El informe, realizado por la agencia estatal Xinhua, no menciona las afirmaciones de los campesinos de las muertes de 20 personas, algunas de las cuales fueron, según dijeron, capturadas y ejecutadas.

Habitantes locales citados en los medios de Hong Kong y extranjeros dijeron que los cuerpos fueron abandonados en las calles y en el mar. Se informó acerca de disparos horas después del enfrentamiento inicial.

Por su parte, este martes (13), 14 intelectuales chinos han condenado en una carta abierta en internet los hechos y exigen una investigación: "Expresamos nuestra más fuerte indignación y condena contra las autoridades cantonesas, que han hecho que este sangriento incidente ocurra". Entre los firmantes se encuentra Ding Zilin, una académica retirada y madre de una de las víctimas de los hechos de Tian'anmen hace 16 años.

Mientras tanto, Qin Gang, vocero del Ministerio de Exteriores chino, manifestó su desacuerdo con quienes comparan los hechos del martes anterior con Tian'anmen y que esta última todavía está siendo investigada por el Gobierno. Sin embargo, durante la rueda de prensa en la que hizo las declaraciones, Qin evitó la mayor parte de las preguntas afirmando que "no tenía información específica" sobre lo sucedido: "por favor, dirijan sus cuestiones a las autoridades pertinentes". Las autoridades locales se han negado a responder las preguntas de la prensa extranjera en las últimas horas.


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