Chávez pide cambio de sede y cuestiona las reformas a la ONU

16 de septiembre de 2005

El presidente de Venezuela Hugo Chávez calificó de "martillazo dictatorial, írrito, nulo e ilegal" el documento que este viernes firmarán los representantes de cerca de 200 países, en el marco de la Cumbre de las Naciones Unidas que se lleva a cabo en Nueva York.

Durante su intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el polémico mandatario venezolano atacó las propuestas de reforma al organismo internacional y criticó la reunión:

"El propósito original de esta reunión ha sido desvirtuado. Se nos ha impuesto que el centro de debate sea un mal llamado proceso de reformas... la adopción de medidas para enfrentar los verdaderos problemas que obstaculizan los esfuerzos de nuestros países por el desarrollo".

Chávez afirmó que la ONU necesita reformas más drásticas y profundas, y dijo que las metas de desarrollo y vencimiento de la pobreza no se alcanzarán en los plazos planteados:

"La cruda realidad es que la gran mayoría de las metas diseñadas, pese a que eran ya de por sí modestas, no serán alcanzadas... Naciones Unidas ha agotado su modelo. El siglo XXI reclama cambios profundos que sólo son posibles con una refundación de esta organización".

Para Chávez, la meta de reducir el hambre a escala mundial se logrará en 2215 y no en 2015 y la reducción de los niveles de analfabetismo se conseguirá apenas en 2100.

Pero una de las propuestas más controvertidas fue la de cambiar la sede de las Naciones Unidas fuera de Estados Unidos, para evitar lo que llamó "las violaciones a la legalidad internacional por parte de este país", una crítica a la invasión de Iraq. Chávez agregó: "El pueblo estadounidense siempre ha sido muy riguroso con la exigencia de la verdad de sus gobernantes. Los pueblos del mundo también... Por eso proponemos a esta Asamblea que Naciones Unidas salga de un país que no es respetuoso con las propias resoluciones de esta Asamblea... La nueva sede de la ONU tiene que estar en el Sur".

Respecto de la crisis energética, Chávez dijo:

"Enfrentamos hoy una crisis energética sin precedentes en el mundo. En la que se combinan peligrosamente un imparable crecimiento del consumo energético, la incapacidad de aumentar la oferta de hidrocarburos y la perspectiva de una declinación en las reservas probadas de combustibles fósiles. Comienza a agotarse el petróleo. Para el 2020, la demanda diaria de petróleo será de 120 millones de barriles con lo cual, incluso sin tener en cuenta futuros crecimientos, se consumirían en 20 años una cifra similar a todo el petróleo que ha gastado la humanidad hasta el momento. Lo cual significará inevitablemente un aumento en las emisiones de dióxido de carbono que, como se sabe, incrementa cada día la temperatura de nuestro planeta".

El mandatario venezolano manifestó también su preocupación por la frecuencia con que huracanes como Katrina causan grandes catástrofes y dijo que se debe al calentamiento global. Aprovechó para expresar su solidaridad con las víctimas.

En referencia a las hoy tensas relaciones de su país con Estados Unidos y al episodio con el "teleevangelista" Pat Robertson, Chávez declaró:

"El único país donde una persona se puede dar el lujo de pedir el magnicidio de un jefe de Estado es los Estados Unidos. Como ocurrió hace poco con un reverendo llamado Pat Robertson, muy amigo de la Casa Blanca. Pidió públicamente ante el mundo mi asesinato, y anda libre. Delito Internacional, terrorismo internacional.".


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