Fiscalía colombiana ordena captura de integrantes del ERPAC que se entregaron en Villavicencio

Villavicencio, Colombia
27 de diciembre de 2011

La semana anterior, 248 miembros del Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia (ERPAC), uno de los remanentes del paramilitarismo en Colombia y que se habían entregado en forma voluntaria ante las autoridades, la Fiscalía General de la Nación abrió una orden masiva de captura contra 19 de ellos.

Pese a que en un primer momento se procedió a liberarlos por falta de capacidad logística de la Fiscalía, según Néstor Armando Novoa, director nacional de fiscalías, "Estas personas no estaban capturadas, tampoco había una situación de flagrancia. No hubo una entrega negociada, lo que hubo fue un sometimiento, un grupo de personas que se entregan a la Fiscalía para pagar por los delitos que haya cometido" por lo que el gobierno colombiano se limitó a dar asistencia a los integrantes de la ERPAC a fin de que estos se sometan a la justicia a través de un transporte proporcionado por el Ejército.

El alto consejero para la reintegración, Alejandro Eder, anunció que los criminales que se entregaron no tendrán derecho a forma parte del proceso de incorporación a la sociedad por cuando las ERPAC son considerados por el Estado como una banda criminal y no como un grupo subversivo como lo fueron en su momento sus antecesoras Autodefensas Unidas de Colombia o las actuales Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En el proceso de sometimiento, las ERPAC entregaron tres toneladas de armamento y explosivos entre los que se cuentan 53.000 cartuchos para armas largas, 123 fusiles, dos ametralladoras tipo M-60, tres morteros y 404 granadas, todas en poder del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI).

Por su parte el ministro de justicia, Juan Carlos Esguerra, si bien defendió la actuación de la Fiscalía aclaró algunos asuntos por las cuales el ente investigador tuvo que sopesar acusaciones de improvisación a la hora de someter a los miembros de la banda criminal:

Yo no diría que se equivocó la Fiscalía, diría que la realidad desbordó un poco las expectativas, desbordó los preparativos que se habían hecho para el recibimiento de quienes habían dicho que se sometían a la justicia. A lo mejor fue asaltada en su buena fe por los abogados que se encargaron de organizar esto. Lo que entendíamos era que el proceso de sometimiento iba a darse sobre la base de que quienes se entregaran luego de admitir la pertenencia a la banda y la comisión de una serie de delitos, para comenzar el de concierto para delinquir, fueran a ser como correspondía privados de la libertad. Creo que sí como que quedó faltando, pero no quisiera entrar en un juicio de valor de mi parte sobre la tarea que ha cumplido la Fiscalía General de la Nación, me parece que no corresponde ni estaría bien de mi parte.

El ERPAC estaba liderado por José López Montero, alias Caracho y Germán Ramírez Devia, ‘Vacafiada’, quienes fueron los sucesores del extinto paramilitar Pedro Oliviero Guerrero Castillo, conocido como "Cuchillo". Además controlaba las rutas de narcotráfico entre Brasil y Venezuela.

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