Francia urge a sus ciudadanos a dejar Costa de Marfil; ONU teme inminente guerra civil

24 de diciembre de 2010

El gobierno francés ha recomendado a sus ciudadanos a que abandonen Costa de Marfil, mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) teme que el país se dirija a una guerra civil. De acuerdo con las Naciones Unidas, ha habido un incremento en el uso de los métodos de intimidación de la fuerza de seguridad nacional, leal al presidente actual Laurent Gbagbo.

La comunidad internacional debe actuar decididamente. Enfatizo nuevamente hoy lo que dije antes: cualquier intento de llevar a la misión de las Naciones Unidas a la sumisión no será tolerada. Cualquier ataque a las Naciones Unidas y sus trabajadores será considerado un ataque a la comunidad internacional", declaró el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon. Asimismo, condenó las medidas intimidatorias llevadas a cabo, como los "secuestros y asesinatos y la propagación de un discurso de odio a través de la corporación de radiodifusión estatal".

Entre tanto, el gobierno de Nicolas Sarkozy urgió a sus ciudadanos a que abandonen el país. "Le pedimos a aquellos que puedan, que abandonen Costa de Marfil temporalmente hasta que la situación se normalice", anunció un portavoz gubernamental, François Baroin.

El sábado, Gbagbo ordenó a la ONU y a las fuerzas de paz francesas a que abandonaran el país. "El gobierno demanda la ida de las fuerzas UNOCI y LICORNE en Costa de Marfil y se opone a cualquier renovamiento de su mandato", afirmó Gbagbo en un comunicado nacional.

Gbagbo se autoproclamó vencedor de las elecciones del 28 de noviembre, aunque el líder de la oposición, Alassane Ouatara, había ganado de acuerdo con el escrutinio de la segunda vuelta. Sin embargo, el Consejo Constitucional revocó los resultados. No obstante, la ONU y Francia reconocieron como vencedor a Ouattara, pero Gbagbo se rehusó a abandonar el poder, y con ayuda del Consejo Constitucional anuló suficientes votos para proclamarse vencedor de las elecciones.

Gbagbo ofreció que varias entidades investiaran los resultados de los elecciones, pero Ouattara rechazó la oferta, diciendo que "hemos terminado con estos juegos".

"Estoy preparado para aceptar un comité liderado por la Unión Africana [y] que involucre ECOWAS, la Liga Árabe, las Naciones Unidas, Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y China, que podrán analizar objetivamente los hechos del proceso electoral [...] para resolver esta crisis pacíficamente", había declarado Gbagbo.

Pero la ONU anunció que no planeaba retirarse del país, declarando que "el presidente electo es Ouattara y no nos ha pedido que nos vayamos", y reafirmó su intención de "continuar monitoreando y documentando cualquier violación de los derechos humanos, incitación al odio y la violencia, o ataques a fuerzas de paz de la ONU".

El sábado, un convoy de la ONU y la sede de la misión en el país en Abidjan fueron atacados por individuos enmascarados y con uniformes militares. Nadie fue herido en el ataque, y no pudieron aprehender a los perpetradores.

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