Gobierno chileno desata polémica por un cambio de concepto sobre la dictadura de Pinochet

Una decisión del ministro de educación Harald Beyer de intentar cambiar el concepto histórico y político del gobierno militar ejercido por Augusto Pinochet entre 1973 a 1990 y que fue reversada a última hora por el ejecutivo, desató una controversia por todo el país en los medios de comunicación y políticos de todas las tendencias partidistas.

Harald Beyer, ministro de educación chileno, desató una controversia acerca de cambiar el término de dictadura por régimen militar al gobierno de Augusto Pinochet en los textos escolares de primaria.
Warko/Wikimedia Commons

Santiago, Chile
6 de enero de 2012

Beyer indicó que se intentaba cambiar el término "dictadura" por el de "régimen militar" en los libros escolares de historia de los seis primeros grados, aclara que el Ministerio "nunca pretendió desconocer el carácter no democrático de ese gobierno ni las violaciones a los derechos humanos que allí concurrieron", aunque si determinó que se hará una revisión de la medida al respecto, propuesta por el mandatario Sebastián Piñera y aprobada el 9 de diciembre pasado por el Consejo Nacional de Educación, según revelaciones dadas a conocer por el diario digital El Dínamo en su edición del miércoles (4).

Las opiniones de rechazo no tardaron en desatarse, ya que varias organizaciones cíviles mostraron su preocupación si se hubiera tenido efecto en la instrucción de los menores. Para el presidente del Partido Socialista Chileno, Osvaldo Andrade, ironizó el hecho con la siguiente descripción quimérica:

Tiene orejas de gato, cuerpo de gato, maúlla como gato y algunos quieren que se llame perro.

El expresidente de Chile y senador de ese mismo partido, Eduardo Frei, indica que "en la realidad de Chile y en la realidad internacional, Chile vivió una oprobiosa dictadura y nadie va a cambiarlo con un texto o una declaración". Por su parte el exministro de gobierno pinochetista, Alberto Cardemil, defendió la reforma demostrando "un esfuerzo técnico y profesional del Ministerio de Educación de dar una versión equilibrada de nuestra historia".

En tanto, el investigador Álvaro Cuadra, en su columna de la página El Ciudadano, califica la implementación de esta medida como "una dictadura del lenguaje" refiriendo a que en el gobierno de Pinochet no solo se asesinó a más de 40 000 personas y desapareció a más de 3 000 sino se manipuló el lenguaje para deslegitimar toda oposición ciudadana definiéndola como "la alquimia perversa que prolonga simbólicamente el poder de los poderosos", aseveración que comparte el diputado de centro-derecha Cristián Monckberg alegando la acción del CNED como un "producto de que unos técnicos encerrados en una oficina así lo deciden, no va a cambiar el curso de la historia y concluye finalmente que "prefiero que sean los historiadores, los que escriben, los que interpretan, los que le den su denominación".

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