Gobierno iraquí aprueba proyecto de retirada de tropas de EEUU en 2011

El consejo de ministros del gobierno de Iraq ha votado y aprobado el pacto de seguridad a tres años con Estados Unidos, que estipula la retirada de las fuerzas americanas para fines de 2011. El nuevo acuerdo, que reemplaza el mandato de la ONU que expira el 31 de diciembre, aún debe ser ratificado por el parlamento para entrar en vigor.

El Primer Ministro iraquí, Nuri Al Maliki.

Bagdad, Iraq
16 de noviembre de 2008

Con una mayoría de 28 de los 38 totales, los ministros dieron luz verde al acuerdo con Estados Unidos tras semanas de debate y pese de la fuerte oposición de los líderes chíies más radicales. Solo un ministro votó en contra, mientras que otros nueve no asistieron. Este pacto será puesto a disposición del parlamento el 24 de noviembre, de acuerdo con fuentes del gobierno.

El portavoz del gobierno iraquí, Ali Debbagh, subrayó que el acuerdo fue aprobado por la mayoría de los ministros presentes, y anticipó que aunque la fecha de diciembre de 2011 no está sujeta a cambios, será el gobierno el que decidirá si llegar a un nuevo acuerdo una vez concluido el plazo.

Soldados americanos en Iraq.

Debbagh aludió al cáustico debate que hubo en el seno del gobierno y entre la misma coalición chií que gobierna el país, pero insistió que la discusión ha sido resulta y que se ha llegado a un consenso. Asimismo, agregó que el pacto fue discutido por todas las facciones representadas en el gobierno durante la reunión del sábado con el Primer Ministro Nuri Al Maliki, y que todos expresaron su punto de vista y se llegó a un acuerdo.

La decisión fue acogida con beneplácito tanto en los gobierno de Estados Unidos como en el de Iraq. "Es una medida importante y positiva", declaró a la Associated Press el portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Iraq, Adam Ereli.

Por su parte, el mayor negociador iraquí en cuanto al pacto, Muwafaq al-Rubaie, declaró que creía que era un "muy buen documento" y añadió que espera que el parlamento lo ratifique.

Sin embargo, la oposición anti-EE. UU. liderada por el clérigo Muqtada Sadr y otros líderes chiíes opositores cercanos al gobierno de Irán amenazaron con desbaratar el nuevo pacto. Sadr anunció el viernes que crearía una milicia para combatir a EE. UU. y exigió que Estados Unidos "se retire de Iraq sin dejar detrás ninguna base".

La decisión tuvo repercusión en el resto del Medio Oriente. La televisión estatal de Irán calificó el voto como "una victoria para el gobierno del Primer Ministro Nuri Al Maliki, [quien] impone su punto de vista sobre todos". Irán se había manifestado en contra del pacto antes de que fuera aprobado, alegando que amenaza su propia seguridad y estabilidad.

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