Graves afectaciones por lluvia en Ciudad de México

8 de septiembre de 2009

Inundaciones de hasta un metro y medio en suburbios de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, dos fallecidos, encharcamientos considerables en el aeropuerto, estaciones de subterráneo, oficinas gubernamentales, calles y avenidas, son las consecuencias de la más fuerte tormenta en varios años que cayó la tarde del domingo en la Ciudad de México.

La situación más grave se vive en Valle Dorado , suburbio ubicado en el norponiente de la Ciudad de México en el municipio metropolitano de Tlalnepantla, que se inundó debido al estallido de un drenaje de tres metros y que anegó un estimado de mil quinientas casas, en un radio de varios kilómetros afectando a cerca de 3 mil personas.

El drenaje roto, de 40 años de antigüedad, canaliza buena parte de las aguas pluviales del poniente de la Ciudad de México y no resistió una lluvia inusual no ocurrida desde hace 7 años, por lo que tuvo una fisura de 45 metros de largo y que incluso rompió el concreto de la calle Caracas por donde pasa de forma subterránea.

La fuerza de las corrientes de agua, calculada en 27 mil millones de litros caídas en seis horas, provocó el fallecimiento por ahogamiento de dos ancianos en el citado suburbio, arrastró autos hasta apilarlos en algunas calles e inundó hasta en un metro ochenta centímetros decenas de casas. Cerca de dos mil personas han sido evacuadas hacia albergues cercanos.

En el municipio vecino de Atizapán, la sede gubernamental se inundó hasta 6 metros de altura así como el principal hospital público, por lo que todos sus pacientes tuvieron que ser canalizados a otros hospitales.

En el Distrito Federal siete delegaciones se vieron afectadas por inundaciones y encharcamientos que alcanzaron hasta 70 centímetros de altura. El Aeropuerto Internacional Benito Juárez suspendió por varias horas sus operaciones y varias estaciones del Metro de la Línea 1 permanecen cerradas por inundación.

Autoridades locales y federales han señalado que la causa principal fue una lluvia atípica y que las consecuencias no fueron mayores en el Distrito Federal por las inversiones recientes en el desalojo de aguas pluviales.

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