Investigadores mexicanos aseguran que los 43 desaparecidos no fueron quemados en Cocula

12 de diciembre de 2014

Un grupo de investigadores pertenecientes a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la organización Mexicanos Unidos han asegurado que la teoría de la Procuraduría General de la República (PGR) de que los 43 estudiantes desaparecidos fueron quemados en el basurero municipal de Cocula, estado de Guerrero, es imposible.

En noviembre pasado, la PGR informó que, con base en la confesión de tres detenidos, se llegó a la conclusión de que un grupo de más de 40 personas fueron incineradas en la parte baja del basurero de Cocula, Guerrero, durante más de 15 horas con gasolina, neumáticos, leña y plásticos que se hallaban en el lugar.

No obstante, los científicos han afirmado que la versión de la PGR carece de rigor científico, también aseguraron que el resto óseo que permitió a los investigadores austríacos identificar al estudiante Alexander Mora, uno de los 43 desaparecidos en Iguala de Independencias, proviene de otro sitio del río San Juan distinto al señalado por las autoridades.

Jorge Antonio Montemayor Aldrete, Investigador Titular del Instituto de Física de la UNAM y Pablo Ugalde Vélez, Investigador Titular de la UAM Azcapotzalco, han indicado que es "imposible" la hipótesis que manejan las autoridades. "Si los cadáveres se hubiesen quemado con pura leña, se hubiesen necesitado un promedio de 33 toneladas de troncos de árboles de unas cuatro pulgadas de diámetro para cremar 43 cadáveres", destacan en el estudio científico.

Por otro lado, si los cuerpos fueron cremados empleando neumáticos se habrían necesitado 995 neumáticos y debieron sobrar decenas de kilos de alambre de acero, aseveran en el estudio. Según los investigadores, el primer elemento que contradice la versión oficial es que los 43 cuerpos, "que no son pelotas ni cilindros", hayan logrado llegar al fondo del basurero, puesto que éste "no es una resbaladilla ni lo encerraron para que los cuerpos rodaran", aclararon.

"En los lugares de mayor caída libre, los cuerpos deberían haber dejado trazas de piel, sangre y huesos de cráneo libres o adheridos a restos de ropa, los cuales servirán como fuentes de material genético para identificación", destacan. Asimismo, en relación a la información de que los restos óseos fueron hallados en un estado tan frágil como para desintegrarse, dicen que los huesos no pueden "pulverizarse" con la cremación. "Los huesos cuando ya están bastante cremados o calcinados aumentan su cristalinidad y finalmente es una cerámica", afirman. Por otro lado, aseguran que el incendio habría dejado restos "de huesos y cenizas de leña que pesarían 333 kilos de los cuales 116 corresponderían a restos humanos".

Además sostienen que de haberse producido, el incendio "se habría observado a 10 kilómetros de distancia" y habría dejado "piedras ennegrecidas, rotas por el calor, y charcos de grasa" de lo cual no hay evidencia. De acuerdo a lo informado por Jesús Murillo Karam, titular de la PGR, de que las llamas alcanzaron hasta 1600 °C de temperatura "se desmiente al ver fotografías donde se aprecian restos de alambres, porque el acero se funde a los mil 600 grados y si había alambres es que no se alcanzó esa temperatura". De acuerdo a los expertos, el estudio será enviado a las Naciones Unidas y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Comentar

Fuentes