Junta Militar no cesa agresiones; enviado especial de la ONU arriba a Birmania

Las calles de Rangún amanecieron tomadas por cientos de soldados y con el aspecto de campos de batalla; otro día más los disparos por los soldados se efectuaban cada vez que la gente intentaba organizar una protesta.

Monjes de Chicago se solidarizan con sus compatriotas en Birmania.

Rangún, Birmania
30 de septiembre de 2007

Un niño murió y dos hombres resultaron heridos al ser alcanzados por las balas, según indicaron fuentes del hospital de Kyimyidine, en Rangún. Al menos 16 personas han muerto desde que el pasado miércoles el gobierno militar birmano sacó las tropas a las calles de la capital y de otras ciudades para reprimir las protestas pacíficas.

Ayer el Gobierno de Japón condenó la muerte a tiros de un periodista de su país y exigió a la Junta Militar una investigación de los hechos. Oficialmente, veinte muertos quedaron de las jornadas de movilizaciones que comenzaron con críticas por la subida de los combustibles y otros precios y manifestaciones de monjes tibetanos.

Pero cifras no confirmadas hablan de más de 200 víctimas por la represión.

Enviado especial de las Naciones Unidas

A su llegada al aeropuerto de Rangún, Ibrahim Gambari, representante para Birmania del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, se reunió de inmediato con funcionarios de las Naciones Unidas. Según un comunicado oficial, viajó a Napydaw, la nueva capital administrativa del país, situada unos cuatrocientos kilómetros al norte de Rangún.

Gambari no visitaba el país asiático desde noviembre del 2006, debido a que la Junta Militar le denegó el visado.

El enviado especial de la ONU había expresado en Singapur su esperanza de poder entrevistarse con todas las personas con las que tenía que hablar, sin mencionar nombres pero en alusión, al "hombre fuerte" del país, el general Than Shwe, y a la líder del movimiento democrático birmano, Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz. La presencia de Gambari en el país procura acercar un mensaje de contención y diálogo, informaron en las Naciones Unidas.

Fuentes