La muerte de Sandro aumentó las consultas en la Argentina para dejar de fumar

Luego de la muerte del cantante argentino Sandro de América, la Asociación Argentina de Tabacología (AsAT) registró un aumento del 20% en las consultas para salir de la adicción al cigarrillo. Lo mismo pasó en otras organizaciones de lucha contra el tabaco alrededor del país. El popular artista sufría de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), una enfermedad asociada al tabaquismo.

El tabaco causa más de 100 muertes por día en la Argentina.
Sandro: "Yo soy el culpable de las condiciones en las que estoy, yo agarré ese maldito cigarrillo".

31 de enero de 2010

"A pesar de que mucha gente está de vacaciones, hemos registrado un aumento del 20% en las consultas de fumadores que quieren dejar el cigarrillo y no saben cómo hacerlo", explicó el vicepresidente de la AsAT, Alejandro Videla, al diario Clarín.

Por su parte, el director del programa antitabaco del Ministerio de Salud argentino, Mario Virgolini, comentó: "Sandro era muy querido. Su muerte está movilizando a muchos fumadores porque lo emocional es más motivador que la simple información sobre los daños que causa el cigarrillo".

Desde el fallecimiento del cantante, se triplicaron los inscriptos en reuniones para dejar de fumar en los hospitales de Buenos Aires. "Es una gran sorpresa –dijo la especialista en tabaquismo Silvia Jakimczuk, del Hospital Argerich–. Para nuestra próxima charla, que será el 10 de febrero ya tenemos 40 registrados."

En la mediterránea provincia de Córdoba, también se registró un efecto similar. "El drama que sufrió Sandro hizo que muchos consultaran. Algunos no lo dejan. En cambio, los más sensibles son los que ya tienen EPOC, como padecía el cantante", señaló el doctor Manuel Nogales Mendoza, fundador de la comisión Tabaco o Salud de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

En la Argentina, cada año mueren unas 40.000 personas por enfermedades derivadas de la adicción al tabaco. Esta cifra representa el 16% de todas las muertes en personas mayores de 35 años. Además, los tratamientos le cuestan al Estado argentino 4.330 millones de pesos (1.133 millones de dólares), el 15.5% del presupuesto del Ministerio de Salud.

El mismo Sandro, antes de su muerte, había admitido que sus problemas de salud comenzaron con su adicción al tabaco. "Yo soy el culpable de las condiciones en las que estoy. (...) Yo agarré ese maldito cigarrillo", manifestó. Roberto Sánchez (así era su nombre real) fue sometido a un transplante cardiopulmonar en diciembre pasado. Sin embargo, contrajo una infección generalizada que acabó con su vida.

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