Luis Guillermo Solís y Johnny Araya Monge se enfrentarán en segunda ronda en Costa Rica
3 de febrero de 2014
Los candidatos de los partidos Acción Ciudadana de centro izquierda y Liberación Nacional de derecha se enfrentarán en el mes de abril en una segunda ronda para determinar quien gobernará Costa Rica durante el periodo 2014-2018.
Este 2 de febrero se realizó la primera ronda para escoger al próximo presidente, vicepresidente y 57 diputados, sin embargo la formula presidencial no alcanzó el 40% mínimo requerido y por ende los dos partidos deberán enfrentarse en abril.
En una jornada electoral que se dio sin mayores problemas, los costarricenses decidieron entre 13 candidatos presidenciales las dos opciones a escoger dentro de dos meses. El único dato que acertaron las encuestas fue el que ninguno de los candidatos quedaría electo en primera ronda. El abstencionismo que se esperaba fuera el más pequeño de la historia se ubicó entre los más altos con un 30%.
Con un sorpresivo 30.8%, el candidato del PAC Luis Guillermo Solís superó al oficialista Johnny Araya Monge quien obtuvo el 29,7% de los votos al ser las 10:50 pm.
El candidato por el Movimiento Libertario, Otto Guevara aceptó la derrota. El candidato de izquierda José María Villalta aceptó los resultados y afirmó que su partido no le dará la adhesión a ninguna de las dos opciones.
Los resultados en las elecciones de diputados dieron una gran sorpresa. El partido Movimiento Libertario que había obtenido en 2010 nueve escaños (un crecimiento del 50% comparado con la campaña de 2006), obtuvo este domingo solo tres diputaciones.
El Partido Liberación Nacional obtuvo 18 diputados, seis menos comparado con la campaña del 2010. El PAC ganó 14 diputados; una ganancia de dos comparado con el 2010. El Partido Unión Social Cristiana se dejó 8 escaños, dos más que la campaña pasada.
El Partido Frente Amplio pasó de uno a nueve diputados en estas elecciones; siendo por primera vez en la historia de Costa Rica que un partido de izquierda obtiene una cantidad importante de diputados. La Asamblea Legislativa quedó fraccionada, lo que obligará al próximo presidente a hacer negociaciones con otros partidos para poder sacar adelante proyectos importantes.
Puesto que la diferencia entre candidatos es menor a 2%, el Tribunal Supremo de Elecciones deberá contar cada uno de los votos antes de hacer una convocatoria oficial para el balotaje.
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