México conmemora los 50 años de la masacre de Tlatelolco

2 de octubre de 2018

Con marchas, ceremonias y homenajes, México rememoró el cincuenta aniversario de la masacre de Tlatelolco, el asesinato de estudiantes y civiles que participaban en un mitin en la plaza de las Tres Culturas, en el marco del movimiento estudiantil de 1968. Por la mañana, en una ceremonia cívica los representantes de los tres poderes del país tomaron parte en el izamiento a media asta de la bandera de México en la plaza de la Constitución, en la Ciudad de México.

Alfonso Navarrete Prida, secretario de Gobernación, Martí Batres, presidente del Senado, Dolores Padierna Luna, vicepresidenta de la Cámara de Diputados, y Luis María Aguilar, presidente de la Suprema Corte de Justicia, encabezaron la ceremonia. Posteriormente, en la sede de la Cámara de Diputados se conmemoró el aniversario en sesión solemne, en la que también se develó la leyenda "Al Movimiento Estudiantil de 1968" inscrita en letras de oro en sus muros de honor.

Muy probablemente nunca lo sabremos con certeza y precisión. Pero lo que sí supimos a partir de ese 2 de octubre, es que México se había roto, que algo terrible había sucedido y que no debería jamás volver a suceder.
— Enrique Graue

En la develación estuvo presente del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, aseguró que cincuenta años después de la matanza, a la que calificó de "cruel e inexplicable", el país "no está exento de crímenes abominables que no han tenido explicación satisfactoria y sabemos que vivimos inmersos en una mayor violencia e inseguridad".

En la sesión y desde la tribuna, Mario Alberto Rodríguez Casas, director del Instituto Politécnico Nacional, indicó que el movimiento de 1968 permitió "el nacimiento de una sociedad más madura y consciente del valor de sus derechos". Resaltó los cambios en el país cincuenta años después: "Tenemos diversidad política, alternancia, instituciones ciudadanas, libertades que no soñábamos, tolerancia y respeto por los que piensan diferente".

Finalmente, en representación del Comité 68, Félix Hernández Gamundi, histórico dirigente del movimiento, lamentó que el expresidente Luis Echeverría Álvarez, secretario de Gobernación en 1968, permaneciera libre y gozara de libertad condicional pese a las investigaciones. El pueblo, afirmó, "reclama el fin de la impunidad, que como látigo golpea nuestra patria, que está de pie clamando porque la justicia nos alcance para construir un país de iguales". Instó a reiniciar los proceso en contra de "los genocidas de 1968, 1971 y la guerra sucia; presentación con vida de los 43 de Ayotzinapa y castigo a los culpables; el establecimiento de la fiscalía especial para investigar los delitos del pasado, con el avance ya logrado".

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, visitó por segundo ocasión en menos de una semana la plaza de las Tres Culturas, para realizar un homenaje a las víctimas de la masacre. En este ocasión, afirmó que jamás "daré la orden a las fuerzas armadas, a ninguna corporación policíaca, para reprimir al pueblo de México". Este lunes (1 de octubre), la Torre de Rectoría de la UNAM, uno de los epicentros del movimiento estudiantil en 1968, apagó sus luces y mostró en su fachada la frase "Nunca más", así como una paloma cruzada por una bayoneta.

A partir de las 16:00 horas, grupos de personas comenzaron desde múltiples puntos de la Ciudad de México a marchar con dirección a la plaza de la Constitución. El Universal detallo que quince minutos después partieron los contingentes desde Flores Magón y Eje Central, encabezados por sobrevivientes. Aproximadamente a nivel del Centro Cultural Universitario Tlatelolco se unieron estudiantes de diversas escuelas y universidades. Los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa acompañaron la marcha, al igual que habitantes de San Salvador Atenco, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y miembros de la Asamblea Interuniversitaria.

Se observaron pancartas para exigir justicia y se gritaban consignas como "Ni perdón, ni olvido" y "2 de octubre no se olvida es de lucha combativa". Cerca de las 18:00 comenzaron a llegar los primeros grupos a la plaza, donde se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los hechos violentos. Hernández Gamundi aseguró en el mitin que en Tlatelolco "se perpetuó un genocidio y aún seguimos sin castigar a ningún culpable, por eso hoy exigimos justicia". El 2 de octubre de 1968, cuando el grupo paramilitar denominado Batallón Olimpia, la Dirección Federal de Seguridad y el Ejército Mexicano atacaron una manifestación convocada por el Consejo Nacional de Huelga. Los hechos ocurrieron solamente diez días antes de que iniciaran los Juegos Olímpicos de México.

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