Manifestación en contra de la nueva ley de aborto en España

7 de marzo de 2010

Miles de personas participaron en una marcha reclamando que se derogue la nueva ley del aborto en España. Los manifestantes se reunieron en la Plaza de Cibeles y la Puerta del Sol, en Madrid este mediodía. Actos similares ocurrieron en otras ciudades del país.

Bajo el lema "España Vida Sí", la manifestación fue convocada por 270 organizaciones antiabortistas, como Derecho a Vivir, HazteOir.org y Médicos por la Vida. Es la segunda marcha en seis meses contra la flamante ley, que cuenta con el apoyo del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

La marcha recibió el respaldo de organizaciones antiabortistas de 65 países. Según los organizadores, participaron unas 600.000 personas, aunque la empresa Lynce, dedicada al cálculo de aglomeraciones humanas, afirma que sólo fueron 9.726, con 10% de margen de error.

La protesta estaba encabezada con una carroza en la que un grupo de jóvenes gritaban consignas como "Zapatero, tu madre no abortó". Cuando llegaron a la Puerta del Sol, en el centro de la ciudad, se escuchó la canción "Mamma Mia" del grupo sueco ABBA.

También hicieron un minuto de silencio por "en memoria de los niños que ya no van a nacer", según dijo el presentador Carlos Moreno "El Pulpo".

"Con el aborto libre, el número de niños muertos aumentará aún más, así como el de mujeres que sufrirán los ya conocidos daños físicos y psicológicos que el aborto provoca en ellas", dicen los manifestantes. Asimismo, aseguraron que el gobierno hizo oídos sordos al reclamo.

Situación del aborto en España

En el país ibérico, el aborto está despenalizado desde 1985, pero sólo en casos de violación, daños para el feto o si el embarazo podría dañar la salud (ya sea mental o física) de la madre. La Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo permite que se aborte hasta la 14º semana de gestación.

Además, en el caso de menores a partir de 16 años, la joven deberá informar a al menos uno de sus padres, a menos que la embarazada corra el riesgo de violencia familiar. Este punto generó polémica, ya que el proyecto original no contemplaba el permiso de los padres en menores de edad.

"Ninguna mujer puede ser enviada a la cárcel por interrumpir su embarazo ni ser incriminada por ello. Esa es la diferencia", explicó el sábado el presidente Zapatero.

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