Misión Kepler descubre planeta con dos soles

15 de septiembre de 2011

La NASA descubrió un planeta entorno al que orbitan dos soles, según determinó la misión Kepler, que ha realizado la primera detección inequívoca de un planeta que orbita dos estrellas a 200 años luz de la Tierra.

El planeta es frío, gaseoso aunque no se cree que pueda albergar vida, pero su descubrimiento demuestra la diversidad de planetas en la galaxia, señala el organismo espacial estadounidense.

Este descubrimiento confirma una nueva clase de sistemas planetarios que podrían abrigar vida. La mayoría de estrellas de nuestra galaxia son parte de un sistema binario, esto significa que las oportunidades de vida son mucho más amplias que si los planetas se forman sólo alrededor de estrellas simples. Este descubrimiento confirma un hito en la teoría que los científicos han buscado durante décadas, pero no se pudo probar hasta ahora.

— William Borucki, investigador principal del Kepler.

Un equipo de investigación dirigido por Laurance Doyle del Instituto SETI en Mountain View, California, utilizó datos del telescopio espacial Kepler, que mide las caídas en el brillo de más de 150.000 estrellas, para buscar planetas en tránsito.

Kepler es la primera misión de la NASA capaz de encontrar planetas del tamaño de la Tierra cerca de la zona habitable, la región en un sistema planetario en donde puede existir agua líquida en la superficie del planeta en órbita.

Los científicos detectaron el nuevo planeta en el sistema de Kepler-16, un par de estrellas que orbitan que eclipsan unos a otros desde nuestro punto de vista de la Tierra. Cuando la estrella más pequeña bloquea parcialmente a la estrella más grande, se produce un eclipse primario, y otro secundario cuando la estrella más pequeña se oculta o se bloquea completamente por la más grande.

Los astrónomos observaron además que el brillo del sistema de cruce, incluso cuando las estrellas no se eclipsan unas a otras, hacen alusión a un tercer cuerpo. La regulación adicional en los eventos de brillo, llamado eclipses terciario y cuaternario, volvió a aparecer a intervalos irregulares de tiempo, lo que indica las estrellas en diferentes posiciones en su órbita cada vez que el tercer cuerpo pasado. Esto demuestra el tercer cuerpo se desplazaba, no sólo uno, sino en dos estrellas, en órbita.

La mayoría de lo que sabemos sobre el tamaño de las estrellas proviene de tales sistemas binarios eclipsantes, y la mayor parte de lo que sabemos sobre el tamaño de los planetas procede de tránsito. Kepler-16 combina lo mejor de ambos mundos, con los eclipses y tránsitos planetarios estelares en un solo sistema

— Laurence Doyle, SETI

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Fuentes

 

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