Realizan una nueva Jornada de protesta en Chile

26 de junio de 2008

Nuevamente estudiantes secundarios de Chile han salido a la calle a manifestar su descontento contra la recientemente aprobada Ley general de Educación, en medio de la condena de las autoridades, las cuales han sido enfáticas en señalar que serán sancionados severamente, y que inclusive, aquellos colegios y personas particulares que estén apoyando las movilizaciones serán investigadas por el Ministerio del Interior, dejando patente la posibilidad de proceder con persecusión política.

"Está perfectamente identificado desde el Ministerio del Interior cual ha sido el comportamiento de los alcaldes y de los sostenedores en general respecto al paro. Como nosotros hemos considerado que el paro es ilegítimo, que la huelga es ilegítima, que las tomas son ilegítimas, porque no hay ningún motivo para tomas, paros o huelgas, entonces nosotros no podemos fomentar y no podemos financiar estas situaciones de no clases" - Mónica Jiménez, ministra de Educación de Chile

La prensa alternativa de Chile ha venido informando en las últimas semanas de sucesivas violaciones a los derechos humanos. Hoy se registró el secuestro por parte de la policía militarizada (Fuerzas especiales de Carabineros de Chile) de una vocera de los estudiantes.

En la marcha de hoy, en Santiago, más de 3.000 estudiantes marcharon. Diversas marchas se registraron a lo largo del país. En Santiago, diversas fuentes señalan entre 35 a 60 detenidos. Por tanto, una gran cantidad de colegios está en paralización, sumando más de cinco semanas sin clases.

La ministra de educación, Mónica Jiménez de la Jara, señaló que las movilizaciones estaban siendo llevadas por "una minoría" y que, en virtud del "gran acuerdo ciudadano en educación" las movilizaciones "no se justifican".

En tanto, el vocero de la ACEUS (una de las agrupaciones de estudiantes en movilización) Amador Sepúlveda, declaró que "los estudiantes estamos decididos a por último perder un año de clases para no perder la educación para siempre". Esto deja entrever que podría llegarse a repetir una situación como la que vivió Oaxaca en 2006.

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