Sala principal del Palacio de Bellas Artes de México es reinaugurada

21 de noviembre de 2010

La Sala principal del Palacio de Bellas Artes de México fue reinaugurada el pasado 19 de noviembre, tras una larga temporada de trabajos. Con motivo del Centenario de la Revolución Mexicana, el presidente Felipe Calderón encabezó la gala reinuagural, en la que la Orquesta Sinfónica Nacional y el Coro de Bellas Artes tuvieron una actuación protagónica.

Los trabajos de rehabilitación de la sala tuvieron un costo de 688 millones de pesos, y tuvieron tres años de duración. Fue instalada una tramoya motorizada, así como iluminación robotizada y plataformas con elevadores; se redujeron las butacas, se mejoró la acústica, se diseñó un nuevo foso de orquesta y un nuevo sótano.

El presidente Calderón dijo que a pesar de las oposiciones y las dudas que generaban las obras, estas se concretaron, ya que para el eran una obligación. Con esta remodelación, en opinión de Calderón, el Palacio de Bellas Artes "se consolida como uno de los foros artísticos y culturales más importantes del mundo".

Para conmemorar el hecho, el recinto cultural lució un baño de luces de colores por la noche del viernes 19.

Sobre el palacio

El Palacio de Bellas Artes se comenzó a construir el 2 de abril de 1904 con el objeto de reemplazar al demolido Teatro Nacional de México. El proyecto estuvo a cargo del arquitecto italiano Adamo Boari, quien diseñó un edificio ecléctico mezclando los estilos Art nouveau y Art decó en su construcción se emplearon mármol blanco de Carrara en la fachada y mármoles de diversos tonos en el interior.

Con el estallido de la Revolución Mexicana en 1910, el ritmo de la obra fue perdiendo velocidad hasta que finalmente se suspendió en 1916 y Boari abandonó México, dejando en el país más de cuatro mil documentos para la continuación del proyecto. La obra se intentó retomar entre 1919 y 1928, con pocos avances.

Cuando México recuperó la estabilidad en términos económicos y sociales, la obra fue retomada en 1931 bajo el mando del arquitecto Federico Mariscal, teniendo ya el nombre de Palacio de Bellas Artes, y fue inaugurado oficialmente el 29 de septiembre de 1934, por el presidente Abelardo L. Rodríguez, con la obra teatral La verdad sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón interpretada por la eximia actriz mexicana María Tereza Montoya.