Se celebra el Viernes Santo en la ciudad antigua de Jerusalén

Un sol radiante baña las callejuelas de la ciudad antigua de Jerusalén en la que miles de peregrinos de todas partes del mundo recorren las 14 estaciones de la Vía Dolorosa. Son muchos los fieles que llevan al hombro grandes cruces de madera de olivo, caminan rezando de estación en estación hasta que llegan a las últimas cinco ubicadas según la tradición cristiana en la Iglesia del Santo Sepulcro.

Peregrinos en un vía crucis de Viernes Santo en la ciudad antigua de Jerusalén (2006).
Monte de los Olivos.
Basílica de las Naciones, cerca del Monte de los Olivos.

Jerusalén, Israel
2 de abril de 2010

Algunos peregrinos realizan el recorrido vestidos con túnicas blancas mientras avanzan lacerándose con fustas, recordando los episodios de Jesús en su calvario.

El "Vía Crucis", formado por 14 estaciones, comienza en una escuela musulmana donde se sitúa la destruida Fortaleza Antonia – que fue la sede del gobernador romano Poncio Pilatos, quien según el Nuevo Testamento condenó a muerte a Cristo – y termina en el Santo Sepulcro.

Decenas de agentes del orden israelíes se encargan de velar por la seguridad de las celebraciones de la semana pascual en la ciudad antigua. Aunque no hay medidas excepcionales, se mantiene la máxima alerta debido a que en las últimas semanas se produjeron disturbios entre jóvenes palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes. Y es que las celebraciones de Semana Santa coinciden con la Pascua judía, el Pesaj y el viernes es también la jornada sagrada para los musulmanes.

La noche del jueves los peregrinos cristianos asistieron a la tradicional misa en el Huerto de Getsemaní, en la Basílica las Naciones, ambos a los pies del Monte de los Olivos. Según el Nuevo Testamento, son estos los lugares a los que Jesús se retiró después de la última cena para orar y donde fue capturado por los soldados romanos y conducido a prisión para ser juzgado.

El trayecto del Vía Crucis de apenas un kilómetro y medio dura más de lo habitual debido a la gran concurrencia de peregrinos este año, en el que coinciden todas las corrientes cristianas y que además se entremezclan con los musulmanes que se dirigen hacia la Mezquita de EL Aksa. En las vías también están los judíos que oran en el Muro de las Lamentaciones

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Fuentes

 

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