Tokio busca reducir el costo de los Juegos Olímpicos de 2020

Este jueves, los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 anunciaron sus intenciones de reducir en 1700 millones de dólares el costo de sus Juegos, ya sea reduciendo el presupuesto o abandonando planes de construcción de nuevas infraestructuras. De acuerdo a las últimas estimaciones, el costo de la preparación de las sedes olímpicas, entre las que se incluyen 10 nuevas, sería de aproximadamente 3800 millones de dólares, el triple de lo previsto inicialmente.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se realizarán en la capital japonesa entre el 24 de julio y el 9 de agosto de 2020. Estos serán los segundos Juegos Olímpicos para Tokio.
t-mizo / Flickr

20 de noviembre de 2014

Por su parte, John Coates, vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI), instó a Tokio a trasladar más eventos a instalaciones fuera de la capital, incluyendo una a cientos de kilómetros de distancia. "Tenemos que revisar nuestros proyectos de infraestructuras después de que los gastos previstos se hayan disparado. Hemos presentado nuestros planes revisados al COI y creo que nos han entendido. Lo importante es que construyamos instalaciones útiles para la gente de Tokio tras los Juegos", declaró a la Agence France-Presse, Katsura Enyo, miembro del Comité Organizador de Tokio 2020.

Uno de los puntos claves de la exitosa candidatura japonesa fue la promesa de realizar todos los eventos dentro de un área de ocho kilómetros de la Villa Olímpica. No obstante, "los crecientes costos laborales y de construcción obligaron a Tokio a reconsiderar sus planes", señaló Reuters. Este martes, el COI presentó 40 recomendaciones para transformar el Movimiento Olímpico. En la búsqueda de que las candidaturas olímpicas sean más baratas, fáciles y atractivas, el COI plantea reformar su sistema de elección de sedes, reduciendo las exigencias a las candidatas y mostrando un mayor apoyo económico. Con esto, Thomas Bach, presidente del organismo, abrió la puerta a la posibilidad "de organizar eventos en otras ciudades además de la ciudad anfitriona, incluso en otros países".

En una conferencia de prensa, Coates aseguró: "El COI específicamente dijo que deberíamos utilizar al máximo las instalaciones existentes y eso, en lo que a mí respecta, anula la filosofía de los ocho kilómetros que había sido parte de esta candidatura". Coates participó en una misión del COI que analizó los preparativos de la ciudad a poco más de un año de su elección. Inicialmente, los organizadores asignaron 1500 millones de dólares para la construcción de las sedes. No obstante, a finales del 2013, el costo se duplicó tras reevaluar los números.

Ya a principios de año, Yōichi Masuzoe, gobernador de Tokio, pidió que se revisara el proyecto. Así, la construcción de un nuevo estadio de baloncesto podría desecharse, por lo que la competencia se trasladaría a una instalación ubicada 25 kilómetros al norte de la ciudad, al igual que el bádminton. "Sugerimos al comité organizador que para las etapas de clasificación en baloncesto, igual que para fútbol, podrían considerar ciudades como Osaka [400 kilómetros al oeste de Tokio] que tendrían instalaciones grandes", aseveró Coates.

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