Toma de rehenes en una cafetería de Sídney deja tres muertos y cuatro heridos

15 de diciembre de 2014

Elementos de la policía local y de las fuerzas especiales irrumpieron en una cafetería de Sídney, Australia, para liberar a un grupo de rehenes secuestrados por Man Haron Monis, un refugiado iraní. El secuestro dejó tres muertos, entre ellos el secuestrador Haron Monis, y cuatro heridos. El sospechoso recibió varios disparos durante la operación de rescate; tras ser trasladado al hospital los médicos confirmaron su muerte.

El atacante retuvo inicialmente a 17 personas dentro del Lindt Chocolate Cafe, ubicado en el distrito comercial de Sídney. No obstante, cinco de ellos lograron escapar horas antes de que la policía realizara la operación de rescate. Los rehenes permanecieron secuestrados por alrededor de 16 horas.

Tras darse a conocer la toma de rehenes, cientos de policías, entre ellos francotiradores, aseguraron los alrededores del café. Este lunes, los medios australianos mostraban a personas con las manos contra las ventanas de la cafetería. Tenían una bandera negra que en escritura árabe rezaba: "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta".

Tony Abbott, primer ministro de Australia, calificó el hecho de acto con "motivaciones políticas"; a lo largo de este lunes, el primer ministro mantuvo reuniones en dos ocasiones con el Comité de Seguridad Nacional. Man Haron Monis, que tenía 50 años de edad, fue condenado en 2012 por el envío de cartas amenazantes y ofensivas contra familiares de ocho soldados australianos fallecidos en Afganistán. Asimismo, tenía antecedentes de agresiones sexuales.

CNN destaca que las barricadas de la policía en las calles y los edificios evacuados "eran la escena callada y misteriosa de una zona que normalmente es un hervidero de peatones y vehículos". "La presencia de la policía aquí ha puesto el centro de Sídney como nunca se ha visto", declaró al medio Lucas McIlveen, editor del Daily Mail.

La estación de tren Martin Place fue cerrada. La policía instó a las personas a alejarse de la zona. La empresa dueña de la cafetería se mostró "profundamente preocupado por este grave incidente y nuestros pensamientos y oraciones están con el personal y los clientes involucrados y todos sus amigos y familias".

Tres medios australianos reportaron haber recibido llamadas de los rehenes desde el interior del café y, según destacan, el secuestrador exigía hablar con Tony Abbot, además de llevar una bandera del Estado Islámico. Las autoridades han asegurado que no está claro si la toma de rehenes fue un acto terrorista. Líderes musulmanes en Australia condenaron el hecho, que calificaron como "acto criminal".