Un estudio sugiere que Marte mantuvo un hábitat capaz de sustentar vida por millones de años

29 de septiembre de 2018

En un nuevo estudio anunciado el lunes pasado y disponible en el volumen actual de Earth and Planetary Science Letters, un equipo internacional liderado por investigadores de la Universidad Brown de Estados Unidos afirmó que Marte tuvo alguna vez la cantidad adecuada de agua y la temperatura correcta para dar sustento a formas simples de vida, aunque no en su superficie. Hace tiempo, la capa subterránea y rocosa de Marte poseyó suficiente agua y agentes reductores para mantener los mismos tipos de comunidades microbianas observadas en la Tierra.

Mosaico de Marte visto por la Viking 1, 22 de febrero de 1980.

"Con base en cálculos químicos y de física básica, demostramos que la antigua subsuperficie marciana probablemente tuvo suficiente hidrógeno disuelto para proporcionar una biósfera global en el subsuelo", reportó Jesse Tarnas, autor principal y estudiante de posgrado en Brown. El artículo no afirma que existió vida en Marte, sino que es muy probable que las condiciones adecuadas para la vida hayan perdurado por un tiempo prolongado. Esta zona habitable, localizada por debajo de la entonces congelada superficie marciana, habría alcanzado varios kilómetros dentro de la superficie, potencialmente protegida por el hielo.

El estudio mostró que, durante el periodo Noachiano (entre 4100 y 3700 millones de años atrás), la radiólisis, proceso por el que la radiación rompe las moléculas del agua, produjo suficiente dihidrógeno (H2) para permitir la vida de organismos microbianos mientras permanecieran dentro del área justo debajo de la criósfera. La concentración de hidrógeno en el agua subterránea podría haber variado entre aproximadamente 35 y 55 milimoles por litro, dependiendo de si el agua del antiguo Marte era caliente o fría, respectivamente. Incluso podría haber sido mayor si el medio de la subsuperficie contuvo suficiente sal. Los investigadores llegaron a este cálculo al establecer tres factores.

Primero, revisaron los datos obtenidos por el espectrómetro de rayos gamma abordo de la nave Odyssey de la NASA. A partir de ellos dedujeron la cantidad de elementos radioactivos que habrían estado presentes en la corteza de Marte durante el periodo Noachiano y, por tanto, cuánta radiación habría estado disponible para separar las moléculas de agua y producir hidrógeno. Posteriormente, con base en los modelos existentes de flujo hídrico en Marte, determinaron cuánta agua subterránea habría existido. En tercer lugar, emplearon modelos climáticos y geotérmicos para precisar la cantidad de agua en estado líquido y a una temperatura adecuada para los seres vivos.

En ambientes subterráneos de la Tierra, los ecosistemas microbianos litoacutotróficos del subsuelo (SLiMEs, por sus siglas en inglés), los ecosistemas se sustentan en microbios que obtienen electrones de moléculas circundantes y no de plantas que aprovechan la luz solar por medio de la fotosíntesis. El hidrógeno molecular es un donante de electrones especialmente bueno. John Mustard, profesor en la Universidad Brown y uno de los autores del artículo, pertenece a un equipo que diseña la próxima misión del Mars rover, programada para 2020. Mustard y Tarnas recomiendan que el rover estudie los sitios de colisión de meteoros, que podrían contener rocas excavadas de esta posible profundidad probablemente habitable y que podrían contener rastros de vida antigua.

Comentar

Fuentes