Un eurodiputado británico advierte la caída de la Unión Europea por la crisis económica

El eurodiputado británico Nigel Farage, del partido de derecha y euroescéptico UKIP, hizo un fuerte llamado de atención a los líderes de la Unión Europea sobre las consecuencias que podría traer el aumento abusivo de impuestos a los estados mediterráneos del bloque afectados por la crisis económica que se agrava desde 2008, en un debate sobre el futuro económico de Chipre, país al que se le impuso controles de capitales.

Nigel Farage, político británico del Partido de la Independencia del Reino Unido
Dweller / Wikimedia Commons

Estrasburgo, Francia
25 de abril de 2013

En una queja dirigida al comisario de asuntos monetarios Olli Rehn, Farage indicó que "los inversores en la Unión deben estar prevenidos, especialmente en las regiones del sur. He reflexionado durante varios años sobre qué podría ocurrir si la situación en España empeora, cómo van a manejar el rescate a gran escala que van a necesitar, que será probablemente de unos 500 000 millones o 600 000 millones de euros", acusando a Alemania de querer confiscar los activos de los estados del sur de la zona euro, acción que fue compartida por el eurodiputado austríaco Hans Swoboda, el que calificó a la Comisión mencionada de "[c]asi colonialismo", pidiendo que se disuelva la Troika (grupo de decisión política integrado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional), que el propio político británico acusa de ser "criminal".

Farage fue también más allá, prediciendo de que si continua la política de rescates que ha tenido oposición entre las poblaciones española, griega e italiana, el futuro del bloque europeo podría ser crítico, señalando que "no es posible que dure para siempre" ante la posibilidad de un descontento y rebelión general. Además, ante la profundización de los recortes, exhortó a todos los habitantes de la Unión:

Si tienen propiedades y dinero en cuentas bancarias dentro de la UE, saquen su dinero antes de que vayan a por ellos, ya que está claro que robarán el dinero de los inversores, aumentarán los impuestos a la renta y forzarán a los bancos centrales a vender sus reservas de oro.
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