Un satélite con tecnología española para medir la salinidad y humedad del planeta está listo para su lanzamiento

1 de noviembre de 2009

En la madrugada del lunes, concretamente a las 1:20 UTC se colocará, en una órbita a 758 kilómetros de la Tierra, el SMOS (acrónimo inglés de Soil Moisture y Ocean Salinity), un satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) para medir y calcular la salinidad marina y la humedad terrestre, por primera vez, desde el espacio. La industria española ha contado con una participación decisiva para su realización.

El cohete ruso Rockot será el que ponga al SMOS en órbita.

El principal propósito de la misión es de carácter medioambiental. Vigilará los niveles salinos de los océanos y la cantidad de agua en la superficie de la Tierra. Estos datos permitirán una mejor predicción del cambio climático y de la inminencia de fenómenos climáticos extremos como "El Niño".

Con un objetivo claramente medioambiental, el satélite SMOS ya está preparado en su plataforma de lanzamiento en el Cosmódromo de Plesetsk (al norte de Rusia) a bordo de un cohete tipo Rockot. El SMOS viajará acompañado de otro satélite experimental, el Proba-2.

Fue el propio Jean-Jacques Dordain, director general de la ESA, quien, durante una visita a la sede española de la ESA (ESAC), en Villafranca, Madrid (España), declarara, en referencia a la participación tecnológica española "que es la más importante del satélite".

La medición real de la humedad puede realizarse sólo en la superficie, para acaparar datos a mayor profundidad el SMOS se sirve de interferómetros, similares a los que se utilizan en radioastronomía, y que permiten registrar las frecuencias que emite la Tierra y que contienen datos sobre el ciclo del agua.

Debido a la complejidad técnica, el proyecto sufrió altibajos, hasta aprobarse finalemente en 1999. La prinicipal dificultad fue captar tales sin una antena. La solución provino de la empresa española EADS/CASA que creara el MIRAS. MIRAS consta de un total de 69 antenas receptoras de reducido tamaño distribuidas en los tres brazos del satélite que se desplegarán una vez que el satélite esté en su órbita para alcanzar un diámetro de ocho metros. MIRAS, un radiómetro de microondas a una frecuencia de 1,4 GHz es capaz de detectar 0,1 gramos de sal en un litro de agua y una cucharada de agua en un puñado de tierra.

La aportación española al proyecto no sólo fue industrial, sino también económica, asumiendo un tercio de los costes totales de 300 millones de euros, y científica a la hora de posibilitar la calibración del instrumento. Además, será el Centro de Operaciones de la ESA en Villafranca donde se recojan los datos que envíe el satélite durante los próximos años (como mínimo tres años de vida útil) junto con los que llegan a otras estaciones espaciales terrestres, para reprocesarlos y reenviarlos a las instituciones de investigación.

Teresa Santero, directora general de Industria de España, declaró que este proyecto, en el que participaron 11 empresas españolas, va a ser fundamental "en el análisis del cambio climático global" y que pone de manifiesto que en este sector "la colaboración de España con otros países es muy fructífera".

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Fuentes

 
Wikipedia
Wikipedia tiene información enciclopédica sobre el SMOS.