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Situación de la universidad española.

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“El Gobierno en funciones asegura que salimos de la crisis económica y que la inversión en educación está mejorando, pero las universidades españolas siguen sin destacar en las clasificaciones mundiales. Ninguna aparece entre las 100 mejores del ránking mundial que ha hecho público este martes la consultora Quacquarelli Symonds (QS).En la décimo tercera edición de esta clasificación, la Universidad de Barcelona vuelve a ser la que alcanza un puesto más alto en la lista, el 160, seguida a poca distancia por la Universidad Autónoma de Barcelona (el 203), la Universidad Autónoma de Madrid (el 210), la Universidad Complutense de Madrid (el 239) y la Universidad de Navarra (el 245). La enumeración de las 10 mejores españolas se completa con la Carlos III de Madrid, la Pompeu Fabra de Barcelona, las politécnicas de Cataluña y Valencia y la de Zaragoza. Cuatro nuevas instituciones han entrado en la clasificación este año: la Universidad de La Coruña, la Rey Juan Carlos de Madrid, la de Murcia y la de Castilla-La Mancha”. (Sanmartín, Olga. 2016) "Las 70 universidades españolas tienen rationes en el entorno de 11.  Pero hay una diferencia: En las universidades americanas de ratio 4, el porcentaje de admisión es de un 15%. En las de ratio 12, el porcentaje de admisiones es del 40% y sube al 60% en las de ratio 18. En España el porcentaje de admisiones es del 80%. Allí entran a estudiar los ‘mejores’, aquí el esfuerzo del profesor se diluye sin remedio". (Ruiz de Elvira, Antonio. 2012). "Por otra parte, las universidades públicas son las que en la actual situación están experimentando directamente las tensiones generadas por los reajustes económicos que experimenta toda la administración y las que precisan de manera urgente, dada su aportación académica y científica al país, una actualización de su posición en el conjunto de prioridades de inversión pública y servicios públicos de España". (Josep Eladi Baños i Díez) "El número de grandes empresas que desarrollan inversión en I+D en nuestro país —o que, sin ser tan grandes, despliegan una gran inversión en I+D— es muy pequeño: el 1% de mundo, una proporción muy inferior a la del peso económico o científico de España. No es solo una cuestión de dimensión; también tiene que ver con el nivel de inversión: las empresas que más invierten en I+D en España tienen una inversión media en relación con su volumen neto de ventas del 1,3%, porcentaje sensiblemente inferior a la media europea, que es del 2,4%. Es en esta diferencia donde cabe buscar buena parte de la explicación del estado actual del nivel de investigación privada del país, del número de doctores en la empresa y del número de invenciones o innovaciones que merecen ser protegidas mediante patentes". (Francesc Xavier Grau Vidal)

Más de 500 profesores de universidades españolas han secundado el manifiesto Parar el golpe. En defensa de la democracia constitucional, en el que se posicionan en contra del referéndum ilegal del 1-O en Cataluña. Los firmantes, entre los que se encuentran Fernando Savater, Juan Pablo Fusi y Ángel Viñas, han decidido a alzar su voz contra el desafío independentista ya que entienden que "una sociedad civilizada en la Europa del siglo XXI sólo puede basarse en el respeto a las normas que nos hemos dado democráticamente, empezando por la Constitución de 1978 (y siguiendo, en lo que a Cataluña respecta, por su Estatuto de Autonomía)". ('Bustamante, D., Heredia, A.2017, "Referéndum Cataluña 1-O", el mundo). ¿Sobran universidades en España? La afirmación (3) es sencillamente falsa. Como recordaba la Conferencia de Rectores hace unos días, en España el 79% de los alumnos que inician los estudios universitarios terminan con un título, mientras que la media en la OCDE es sólo del 70% (recordaba también un dato ineludible para estimar si los investigadores españoles rinden o no a pesar de la escasa financiación que reciben: España es el octavo país del mundo en publicaciones científicas por habitantes). Es cierto que muchos recién licenciados no encuentran trabajo, pero el índice de desempleo juvenil entre los licenciados sigue siendo bastante más bajo que entre los no-licenciados. De todos los desempleados habidos en 2010 sólo el 10’6% tenían estudios universitarios. Tener un título universitario ayuda a encontrar empleo. El gasto por alumno universitario en España es además menor que en los países de nuestro entorno, con la excepción de Italia y Portugal, y es menos de la mitad que el de los Estados Unidos. (http://webpersonal.uma.es/~DIEGUEZ/hipervpdf/Sobran_universidades.pdf). Otros problemas de la Universidad tienen que ver con los planes de estudio, que dejan mucho que desear. Los grados se quedan cortos para cubrir de forma sólida las materias. Los máster no están bien articulados con ellos y su nivel de exigencia es demasiado bajo, por lo que son incapaces de subsanar las carencias.

En cuanto al alumnado, aunque sea políticamente incorrecto decirlo (pues oficialmente “se trata de la generación más preparada de la Historia, y bla, bla, bla…”), la verdad es que una parte considerable entra en la Universidad con graves carencias formativas y escasa vocación. Esto condiciona su aprovechamiento personal y la dinámica de los grupos de que forman parte. Hace tiempo que se apoderó de nuestro país un igualitarismo educativo mal entendido, según el cual lo deseable es que el mayor número posible de personas complete de cualquier manera una carrera universitaria. A mi modo de ver, el verdadero igualitarismo educativo es el de los países nórdicos, que tienen los mejores sistemas educativos del mundo. Allí, existe un examen exigente para entrar en la Universidad, que impide al millonario sin talento el acceso, a la vez que lo facilita mediante becas a la persona capacitada sin recursos económicos. El sistema español actual es socialmente injusto. Los devaluados títulos universitarios no sirven por sí solos para encontrar un empleo. Al final, otros criterios, como la capacidad económica para realizar un buen máster (si es preciso en una institución privada o en el extranjero) o los contactos familiares, terminan realizando la labor de selección que el sistema universitario no desempeña. (Anchuelo Crego, Á. (2017). La verdadera situación de la Universidad española. Madrid, España: Pablo Sebastián) ¿Qué ha llevado a la universidad española a su estado actual? La posición en la que hoy se encuentran los centros de estudios universitarios es fruto de un "fracaso colectivo" que hoy ya comenzó a afectar y lo seguirá haciéndo en el futuro. los principales motivos para la caída de la educación universitaria han sido, entre otros, el amiguismo, la mediocridad, los intereses errados de los rectores, la falta de transparencia de las organizaciones y la existencia de un poder político que debilita al sector y sus nuevos proyectos a través de sus políticas "arbitrarias". Además que hay serios problemas en torno a la universidad que dificultan su correcto funcionamiento; como la existencia de un marco legal que regula e interviene demasiado pero que carece de capacidad de control sobre los resultados y que opta por devolver el poder a la propia estructura universitaria, abandonando los rasgos fundamentales que hacen a una universidad. ( Universia España. 2014)

En España la creación y gestión de las universidades ha sido el juguete de determinadas élites políticas, que han pensado siempre más en su rentabilidad política que en los fines que esta institución está llamada a cumplir. Lo importante es que estuvieran “a mano”; o sea, una como mínimo en cada capital de provincia, y con tantas especialidades como sea menester. Costara lo que costara, como con el AVE. (Francisco Giner de los Ríos Madrid : 'Civitas, 2001. ISBN 84-470-1713-3) El subsistema científico es hoy ya absolutamente global y, por tanto, se hace en inglés. Bajo estas condiciones no es casualidad que compitan mejor los anglosajones, pero también otros países que llevan años haciendo casi toda su vida académica en inglés, como Holanda o Israel, los escandinavos y algunos asiáticos. En otros más cercanos a nosotros, como Francia, muchos departamentos disponen de fondos para traducir los trabajos de sus miembros a dicha lengua. (Hugo Casanova Cardiel Universitat de Barcelona, 1996. ISBN 84-475-1489-7) Carecemos de instrumentos ágiles y eficaces para incentivar la excelencia, y nos cuesta “discriminar” entre universidades, departamentos y profesores. Impera el “café para todos”, salvo por la vía indirecta de los proyectos de investigación. Mucha “funcionarización”, que no tiene por qué estar reñida con la estabilidad –tenure-, poca movilidad, y subversión de figuras como la de asociado. (Rafaela Alfalla-Luque Tesis doctoral dirigida por José Antonio Domínguez Machuca (dir. tes.). Universidad de Sevilla (2000)). Los profesores, sobre todos los jóvenes, se encuentran con que tienen que dedicar gran parte de su tiempo a labores de gestión por la palmaria falta de apoyo administrativo. Es como competir con un brazo atado a la espalda. Nos come la hiperburocratización y el exceso de docencia provocado por nuestra versión de la reforma de Bolonia. (Los efectos de la crisis en la Universidad española Martí Parellada i Sabata Ensayos sobre economía española: homenaje a José Luis García Delgado / coord. por José Antonio Alonso Rodríguez, Rafael Myro Sánchez, Carlos Manuel Fernández-Otheo Ruiz, Josefa Vega Crespo, 2014, ISBN 978-84-470-5023-9, págs. 409-425 ) Otro hecho diferencial: escasísima implicación del sector privado. El esfuerzo en investigación recae casi exclusivamente sobre fondos públicos. Además, la mayoría de las universidades privadas, con dignas excepciones, son un mero negocio organizado sobre la docencia.

Resultado: en efecto, podríamos estar mejor, pero para eso haría falta que tuviéramos claro para qué queremos las universidades y el esfuerzo social que estamos dispuestos a hacer en ellas. Por ahora sólo impera el silencio y las inercias.

(Cambios en la Universidad española Mariano Artés Gómez Temas para el debate, ISSN 1134-6574, Nº. 239 (oct.), 2014 (Ejemplar dedicado a: La Universidad Española), págs. 42-43)

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Cambios en la Universidad española Mariano Artés Gómez Temas para el debate, ISSN 1134-6574, Nº. 239 (oct.), 2014 (Ejemplar dedicado a: La Universidad Española), págs. 42-43 ( Alfalla-Luque, Rafaela Tesis doctoral dirigida por José Antonio Domínguez Machuca (dir. tes.). Universidad de Sevilla (2000)). (Bustamante, D., Heredia, A. 2017), Casanova Cardiel, Hugo. Universitat de Barcelona, 1996. ISBN 84-475-1489-7. (Josep Eladi Baños i Díez), (Francesc Xavier Grau Vidal), (Ruiz de Elvira, Antonio. 2012), (Sanmartín, Olga. 2016), El país FERNANDO VALLESPÍN 20 AGO 2017, (http://webpersonal.uma.es/~DIEGUEZ/hipervpdf/Sobran_universidades.pdf), https://www.republica.com/sapere-aude/2016/05/18/la-verdadera-situacion-de-la-universidad-espanola/, Universia España,El mundo. Madrimasd blogs. Temas para el debate, ISSN 1134-6574, Nº. 239 (oct.), 2014 (Ejemplar dedicado a: La Universidad Española), págs. 45-46. EU Industrial R&D investment scoreboard, editado por la Unión Europea. Nuñez, C.E. 2013, Universidad y Ciencia en España. Claves de un fracaso y vías de solución, España. Francisco Giner de los Ríos Madrid: Civitas, 2001. ISBN 84-470-1713-3. Los efectos de la crisis en la Universidad española Ensayos sobre economía española: homenaje a José Luis García Delgado / coord. por José Antonio Alonso Rodríguez, Rafael Myro Sánchez, Carlos Manuel Fernández-Otheo Ruiz, Josefa Vega Crespo, 2014, ISBN 978-84-470-5023-9, págs. 409-425.

Fuentes originales de la noticia editar

La Universidad en la comunicación, la comunicación en la Universidad coord. por María Isabel de Salas Nestares Árbol académico, Ana Belén Fernández Souto Árbol académico, Fernando Martínez Vallvey Árbol académico Editorial Edipo, 2005. ISBN 84-88365-16-0. Political disagreement in contentious politics Camilo Cristancho Mantilla Árbol académico Tesis doctoral dirigida por Eva Anduiza Perea (dir. tes.) Árbol académico, José Manuel Sabucedo Cameselle (dir. tes.) Árbol académico. Universitat Autònoma de Barcelona (2014).