Wikinoticias entrevista a Adolfo Garcé, politólogo uruguayo
20 de enero de 2016
Wikinoticias entrevistó a Adolfo Garcé, politólogo uruguayo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, para hablar de la situación política de Uruguay.
Describió al Frente Amplio en su tercer mandato en el gobierno como "el jugador que corrió toda la cancha, que jugó el alargue", en referencia a que "llega cansado con una agenda más chica, con menos capacidad para sorprender".
En Uruguay "la economía no ha dejado de crecer pero crece muchísimo menos que unos años atrás, y las perspectivas son regulares". Como consecuencia, "incrementa la presión sobre el gobierno, y se va generando cierto malestar social."
Ante esta situación, "la agenda de Vázquez es combatir el déficit fiscal", por lo que decidió incrementar las tarifas de los servicios públicos, lo que "ha sido muy resistido" por la oposición, los productores agropecuarios y el sindicalismo.
En tanto, Vázquez impulsa la creación del Sistema Nacional de Cuidados porque "se da cuenta que tiene que pisar un poco el acelerador y ofrecerle algo al electorado". No obstante, Garcé advierte que el Frente Amplio "hizo promesas onerosas desde el punto de vista fiscal" durante la campaña electoral, por lo que el gobierno "tiene claramente el desafío de equilibrar las cuentas fiscales".
Se habla menos de los problemas de seguridad que años atrás debido al fracaso al plebiscito por la baja de la edad de imputabilidad, porque el gobierno ha "ido endureciendo" su política de seguridad, y porque "están volviendo las preocupaciones más vinculadas a la economía", en particular el desempleo y el salario.
Según Garcé, "podía imaginarse una reforma educativa en este gobierno", pero ante la salida de Filgueira y Mir del Ministerio de Educación, las perspectivas de cambios profundos "se han debilitado mucho", aunque no descarta que Vázquez decida reanudar el proyecto y "tratar de construir una coalición con la oposición".
En 2015 "se puso de modo muy visible y en evidencia las divisiones internas del Frente Amplio". Garcé prevé que en 2016 "van a seguir los problemas" por la política económica y exterior, pero que "más cerca de la próxima elección, el Frente cierra filas con el objetivo de ganar".
Aunque el Frente Amplio "ha demostrado una enorme capacidad para mantenerse unido", Garcé apunta que si el gobierno de Vázquez es "interpretado como demasiado centrista", es posible que el Frente Amplio sufra "desprendimientos por la izquierda".
Garcé afirma que la oposición estaba "sumida en el desconcierto y sumida en el desaliento" ante el nuevo triunfo del Frente Amplio en 2015. En cambio, ahora la oposición "volvió a ver como posible, como factible derrotar al Frente Amplio" ante los múltiples problemas que enfrenta.
El politólogo resaltó que la oposición está "dando algunas señales de querer coordinar entre sí" para "ofrecer una alternativa creíble" al Frente Amplio. Garcé piensa que "si la oposición no genera una alternativa creíble", el oficialismo puede permanecer en el poder aún si hace una "gestión regular",
Entrevista
- Quería empezar por el gobierno, ¿Cómo se está llevando este segundo año que comienza del Frente Amplio, y el juego de poderes entre Vázquez, Mujica y Astori, por ejemplo.
Imaginate que para hablar de este gobierno tenés que pensar, para poder contextualizarlo, que es el tercer mandato consecutivo del mismo partido, del Frente Amplio, tercer mandato también con mayoría parlamentaria, segunda presidencia de Tabaré Vázquez....
Quiero decir que, como primer elemento a destacar, ya no es tan fácil para el Frente Amplio sorprender al electorado, cautivar al electorado, conformar al electorado. Ya no es tan sencillo como durante la primera presidencia.
El Frente Amplio, quiérase o no, durante varias décadas había venido acumulando propuestas, ideas, una agenda. Era como un resorte comprimido. En el primer gobierno saltó y tenía mucha energía. Pero ese resorte ya recorrió mucho.
La primera de Tabaré Vázquez fue muy innovadora, con muchas reformas estructurales importantes. La de Mujica también, a su manera, tuvo una agenda importante y una presencia permanente del presidente en los medios, en el debate púbico.
Entonces ya esta tercera presidencia del Frente Amplio es un poco más complicada. No está logrando sorprender, no está logrando cautivar...
- Por una parte, el Frente Amplio ya no tiene esa fuerza o ese ímpetu para gobernar. Pero por otra parte hay problemas sociales aún pendientes...
... Hay problemas sociales pendientes, que no son de la gravedad de los que el país tenía hace 13 años atrás, cuando estábamos en la crisis económica 1999-2002, pero sí hay problemas pendientes.
La pobreza bajó mucho pero todavía hay un bolsón de pobreza importante. Es notoria la fragmentación social, es notorio que conviven varios Uruguay: el Uruguay de los más acomodados, el Uruguay de las clases medias, el Uruguay de los pobres y los marginados.
Y por ejemplo se habló mucho este año y durante la presidencia de Mujica, que hay problemas en la educación. Es bastante notorio sobre todo en la educación media, tiene problemas sobre todo para retener a los estudiantes, hay un porcentaje de abandono impresionante...
- El ciclo secundario está por el 40%...
Exacto, entre el 35 y 40% son los que terminan.
- Ante ese panorama, ¿cómo lo está encarando el Frente Amplio?
Entonces, el Frente llega ya como el jugador que corrió toda la cancha, que jugó el alargue. El Frente ya llega cansado con una agenda más chica, ya llega con menos capacidad para sorprender, quedan problemas pendientes...
Lo que ha pasado este año es que, contra todo pronóstico, la popularidad de Tabaré Vázquez se desplomó. Los niveles de aprobación del presidente son bajísimos, ponele el 30% de la gente aprueba la gestión de Vázquez, ni siquiera los frenteamplistas. La mitad del país votó por el Frente Amplio en la elección de un año atrás, y ahora el 25-30% de la gente aprueba la gestión de Vázquez, el resto no.
Entonces, el Frente Amplio da como señales de fatiga, son señales de cansancio. El presidente ya no tiene la imagen que tenía diez años atrás. El presidente Vázquez tenía una presencia importante, casi casi que todo que todo lo que hacía era aplaudido. Ahora ya no es igual, al contrario, se suman las críticas, se suma el descontento. Un comienzo de tercer mandato complicado, con una opinión pública que se muestra disconforme.
El Frente Amplio ha evidenciado más que en otros momentos sus divisiones internas. Me preguntabas hace un rato esa pugna entre los tres grandes del Frente: Danilo Astori, que volvió a ser ministro de economía; José Mujica que es senador y líder todavía de la fracción mayoritaria, el Movimiento de Participación Popular; y Tabaré Vázquez que es presidente. Sobre todo la pugna entre Mujica y Vázquez formó parte de las discusiones de este año.
Pero más allá de la relación entre estos tres grandes líderes, quedó de manifiesto y se puso de modo muy visible y en evidencia las divisiones internas del Frente Amplio. Todo el año 2015 fue un año de...
- El del presupuesto...
... Sí, un año de enfrentamientos entre el Frente Líber Seregni -la fracción de Astori-, con la lista 711 -la fracción liderada por el actual vicepresidente Raúl Sendic-, con incursiones de los socialistas, con peleas con el MPP, el sector de Mujica...
Un año complicado para el Frente, con un presidente que ya no encanta como antes, con las pugnas del presupuesto que mencionabas, con tensiones adentro del Frente, a veces todos contra todos, y con el telón de fondo de una economía que se frenó.
Yo soy politólogo porque pienso que la política no se reduce a la economía, la política es otra cosa. Pero sin embargo no se puede ignorar que la economía incide en la política.
La economía este año incidió sobre la política porque Uruguay, después de muchos años de crecer intensamente, da señales de fatiga, también de la economía, de enlentencimiento. La economía no ha dejado de crecer pero crece muchísimo menos que unos años atrás, y las perspectivas son regulares. Y eso también incrementa la presión sobre el gobierno, y se va generando cierto malestar social.
- Entonces, en este segundo año del tercer gobierno del Frente Amplio, ¿cuáles son los planes que tiene previsto ejecutar Vázquez? Y por otra parte, ¿cómo reacciona el resto del Frente Amplio ante esos planes?
Vázquez ha hablado de algunas cosas. Por ejemplo, durante la campaña habló del Sistema Nacional de Cuidados, que se puso de moda en los últimos años.
- Se refiere al cuidado de embarazadas, primera infancia, mayores y discapacitados...
... Es como llevar la noción de Estado de bienestar a un escalón superior: que todo el mundo pueda cuidar la gente que le importa, y que toda la gente esté cuidada por alguien. Y que el Estado esté velando por el cuidado, que sea el Estados que esté velando por eso, formando cuidadores, financiando los cuidados, etcétera.
Es una idea muy linda, Vázquez la manejó en la campaña electoral, dijo que era el buque insignia de su presidencia.
- La oposición, de alguna manera, la apoyó o no se opuso, más allá del tema de presupuesto...
Las críticas vinieron más bien por el lado de "bueno, ta, macanudo, pero cómo vas a hacer para financiar esto". Entonces, Vázquez a su vez dijo que este Sistema de Cuidados iba a estar escalonado, se iba a ir expandiendo año por año.
Vázquez sigue hablando del Sistema Nacional de Cuidados. Ahora hace poco en pleno verano trascendió que ahora en 2016 iba a darle un empuje a este tema.
Porque claro, entre paréntesis, Vázquez ha tomado nota del descontento popular y se da cuenta que tiene que pisar un poco el acelerador y ofrecerle algo al electorado. Entonces aparentemente se viene un empuje en esta dirección: la construcción del Sistema de Cuidados.
Por otro lado, este gobierno de Vázquez tiene una agenda internacional.
Arrancó el 2015 con la discusión sobre el TISA, este tratado sobre la liberalización del comercio de servicios, que rápidamente se frustró, porque la mayoría del Frente Amplio sospecha de la liberalización comercial. La mayoría del Frente Amplio, recordemos, frustró diez años atrás un TLC con Estados Unidos. Después del pronunciamiento orgánico del Plenario -la dirección del Frente Amplio- en contra del TISA, Vázquez sacó ese tema de la agenda, dio un paso al costado.
Pero ahora, desde la presidencia del Mercosur, que asumió hace poco, está impulsando el tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.
- Además está el apoyo de Macri, que es un cambio radical con respecto a los Kirchner...
Exacto, hay un cambio de escenario importante, que favorece a esta perspectiva de la apertura comercial del Mercosur. En fin, hay una agenda internacional.
El canciller Rodolfo Nin Novoa, ex vicepresidente en el primer mandato de Vázquez, está trabajando intensamente en lo que podríamos llamar la apertura comercial de Uruguay, sin ruptura con el Mercosur. El gobierno uruguayo está tratando de mantener a salvo el Mercosur, pero privilegiando la apertura hacia otros mercados.
- Después está el tema de que Uruguay ahora es presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas...
Pero ahí no está muy clara la agenda, al menos yo no la tengo muy clara. Rosselli asumió una responsabilidad muy importante de resultado incierto. Se han escuchado voces dentro del país cuestionando haber aceptado esa responsabilidad, cuando no está claro para qué, con qué agenda, y qué capacidad de resistir las presiones -tan fuertes que hay en ese nivel- puede tener el país.
- Porque estamos en el medio del conflicto frío, estamos en una especie de guerra fría entre Estados Unidos, el Estado Islámico, China, Rusia, hay una situación rara...
Claro, uno se pregunta: ¿tanta capacidad tiene Uruguay para manejarse en ese concierto, en el medio de todas esas presiones? No está tan claro.
- En la economía...
En la economía, la agenda de Vázquez es combatir el déficit fiscal, básicamente. Todo el año ha sido la discusión del presupuesto. El gobierno ahora mismo durante el verano tomó una decisión cuestionada, muy impopular de incrementar las tarifas de los servicios públicos, sobre todo la energía eléctrica.
En un contexto de baja del precio del petróleo, en el que Uruguay además ha hecho una transformación muy importante de su matriz energética, incorporando la energía eólica. En fin, un ajuste de la energía eléctrica que claramente hay que interpretar como un esfuerzo del gobierno por hacer caja, por tener recursos.
Entonces, esto ha sido muy resistido por la oposición. También por los gremios del agro, cuyos costos dependen mucho de la energía eléctrica. Y también por el movimiento sindical, que hace un argumento, muy Piketty diría yo: si hay problemas de caja, no se puede ir por el lado de las tarifas, hay que conseguir ingresos fiscales gravando a los que tienen más dinero, y no a toda la población por igual, en el mismo porcentaje.
Entonces, de todos modos, el gobierno tiene claramente el desafío de equilibrar las cuentas fiscales. El Frente sólo logró superávit fiscal en sus primeros dos años de gobierno: 2005-2006. A partir de 2007-2008, a pesar del enorme crecimiento de la economía, verificado desde el 2005 hasta prácticamente hasta ahora, el Frente no logró equilibro fiscal, al contrario, se fue profundizando el déficit fiscal. Bueno, ahí hay una agenda: cómo hace el gobierno para equilibrar las cuentas fiscales, o para evitar que se profundice el déficit fiscal.
Hay que tener en cuenta, hay que avisarle a la gente, que el Frente durante la campaña electoral hizo promesas onerosas desde el punto de vista fiscal precisamente. El Frente prometió el Sistema Nacional de Cuidados, pero además prometió durante la campaña electoral un incremento importante del presupuesto educativo, llevarlo al 6% del PBI. Además hizo otras promesas también que cuestan plata pero que no vale la pena ahora mencionar.
En todo caso, el Frente tiene un déficit fiscal importante, una economía que se frena, y promesas por cumplir que cuestan dinero. Entonces, en la economía, el Frente optó por un camino distinto al de los gobiernos anteriores en este tercer mandato, y planificó un presupuesto bianual para 2015-2016, y se propone elaborar un nuevo presupuesto dentro de un par de años.
- Esto sería para evitar el conflicto este año...
Seguro, para minimizar, para amortiguar el conflicto. Aún así, ardió Troya, el conflicto por el presupuesto fue muy intenso.
- El ajuste fiscal, o ajuste de precios de los servicios, genera un impacto social de descontento, y también le genera un problema en el Frente Amplio, porque buena parte de ellos piden, como decías, cargarle el ajuste a los ricos o a las empresas. Entonces, ¿cómo puede seguir este año? ¿Puede ocurrir que se agrave ese conflicto, o es posible que se amortigue?
Lo que enseña la vida, la experiencia reciente, es que el Frente Amplio gobierna conflictivamente y conflictuadamente durante los primeros 2-3 años, y que a medida que se acerca el ritual de la elección, el Frente cierra filas.
Hay peleas, esas peleas son públicas, hay tensiones, hay presiones, son muy fuertes adentro del Frente Amplio, que se van achicando a medida que se acerca el momento de la elección. El Frente cierra filas para ganar la elección. Y una vez que gana la elección, admite las confrontaciones internas.
Mi pronóstico es: en 2016 van a seguir los problemas. El problema de la cuestión o el debate de cómo combatir el déficit fiscal va a ser muy fuerte.
El debate sobre qué hacer sobre la inserción internacional va a seguir siendo fuerte. Porque el canciller y el propio Tabaré Vázquez parecen también querer acercar Uruguay al Pacífico, no sólo cruzar el Atlántico y hacer un puente hacia la Unión Europea, también ls seduce la idea de ir hacia el Pacífico.
- Todo lo que es Asia y Medio Oriente...
Exacto, entonces ahí pueden volver a activarse los clásicos recelos de la izquierda uruguaya frente al libre comercio.
Entonces, ya te digo, en el tema fiscal, en el tema del comercio exterior, yo diría hasta probablemente en el tema educativo, van a seguir emergiendo conflictos internos. Yo creo que de todas maneras, insisto, tarde o temprano, quizás más tarde que temprano, más cerca de la próxima elección, el Frente cierra filas con el objetivo de ganar.
- Ya hablamos bastante del gobierno, nos queda hablar de la oposición. En particular, me parece que los temas que están más planteados en la oposición ahora son la corrupción o la mala gestión del Frente Amplio, y por otro lado la reforma educativa o la falta de reforma, luego de que se destituyeran autoridades. ¿Cómo ves el desarrollo de esta lucha entre el gobierno y la oposición?
Mirá, hace un año, la oposición estaba sumida en el desconcierto y sumida en el desaliento. O sea, cuando el Frente volvió a ganar la elección, como que los dirigentes de la oposición se miraban los unos a los otros y decían "con esta gente no se puede, con el Frente Amplio no se puede, es una máquina perfecta".
A ver: tres elecciones al hilo, tres elecciones consecutivas, tres elecciones con mayoría absoluta. Gobernar diez años, mover cosas, mover el status quo en muchos sentidos, y perder dos diputados, apenitas, perder 2% de los votos. Había señales de desaliento en la oposición.
Pasó un año, y al contrario, la oposición volvió a ver como posible, como factible derrotar al Frente Amplio. ¿Por qué? Porque el Frente Amplio tuvo un mal año, porque hay niveles de desaprobación muy fuertes, porque la economía se frenó, porque las peleas adentro del Frente Amplio han sido muy sonoras, porque apareció el escándalo de Ancap.
El gobierno de Mujica sufrió el problema de Pluna, el cierre de la empresa aérea uruguaya, tradicional, con medio siglo de historia. Ahora irrumpió este asunto del déficit de Ancap, de los gastos excesivos de la petrolera uruguaya.
Y gracias a todas estas cosas, la oposición como que vuelve a mostrar cierto entusiasmo, le vuelven a brillar los ojos pensando en las próximas elecciones de 2019. Entonces veo una oposición fortalecida que logró instalar esa comisión investigadora de Ancap, que tanto daño le ha hecho al Frente Amplio.
Yo diría una oposición muy unida en la crítica al Frente Amplio. Durante muchos años, la oposición se dividía entre los que criticaban al Frente Amplio y los que al contrario se mostraban condescendientes. El ejemplo más perfecto de esto fue que, mientras el Partido Colorado era muy duro en la crítica, dentro del Partido Nacional convivían un sector generalmente crítico con el Frente Amplio, el Herrerismo, y un sector más benevolente, en particular durante el gobierno de Mujica, el sector del senador Larrañaga, que trataba de colaborar, que trataba de rescatar lo positivo del gobierno, que trataba de ponerle al hombro a algunas reformas como la reforma educativa.
Este asunto de dirigentes opositores siendo condescendientes con el Frente Amplio se terminó. Es evidente, están todos: los colorados, todos los blancos, más esta figura emergente tan especial que irrumpió en el tablero político uruguayo, el ex candidato a la intendencia de Montevideo Novick, todos están unidos en la crítica.
Entonces veo una oposición que recobró el aliento y la ilusión, veo una oposición unificada en la crítica, y en tercer lugar veo una oposición dando algunas señales de querer coordinar entre sí.
No voy a decir que quieren conformar un Frente Amplio opositor, o que quieren formar un partido único.
- La Concertación no conformó a los blancos y los colorados...
No es eso, pero sí muchos de estos dirigentes están hablando de la importancia de que blancos, colorados, y eventualmente otros, den otras señales de coordinación para ofrecer una alternativa creíble, ante un gobierno del Frente Amplio que ya no pisa con tanta seguridad como durante los diez años anteriores.
Entonces no creo que para la oposición este año haya sido un mal año, yo creo que cuando brindaron a fin de año estaban contentos los dirigentes de la oposición, ilusionados con la posibilidad de vencer al Frente Amplio.
- Durante todo el año pasado, no escuché hablar mucho de la Unidad Popular...
Es cierto...
- Pero ahora en el tema de los negocios con Venezuela, la Unidad Popular se opone a que se investigue. ¿Qué factor puede jugar en estos años de conflicto en el Frente y de crisis económica o desaceleración? Porque tiene un diputado...
De los cinco partidos que están representados en la Cámara de Diputados, hay tres que son muy grandes -Frente Amplio, Partido Nacional y Partido Colorado-, y dos que son menores. Pero de los dos menores, el Partido Independiente jugó un papel sensiblemente más importante que la Unidad Popular, que es el partido más de izquierda de todos.
El Partido Independiente jugó un papel importante porque formó parte de la comisión investigadora en el senado. No solamente tiene algunos diputados, tiene un senador con experiencia, que fue parlamentario, Pablo Mieres.
Entonces, el Partido Independiente jugó un rol importante, la Unidad Popular la verdad que hasta el momento no. Lo cual no quiere decir que no tenga un futuro la Unidad Popular.
Porque una pregunta que siempre está arriba de la mesa de los politólogos en Uruguay, mirando la experiencia además de otros países, es hasta qué punto el Frente Amplio logrará mantener la unidad. Hasta qué punto en el Frente Amplio podrán seguir conviviendo sectores bastante centristas como el Frente Líber Seregni del ministro Astori, con Constanza Moreira, -senadora de su propio grupo, Casa Grande, ex aliada al Pepe Mujica-, o el Partido Comunista, que son sectores bien de izquierda, netamente de izquierda.
- ... Además en el presupuesto hubo artículos que no los votó una parte del Frente.
Esta cuestión de hasta qué punto podrán seguir unidos todos ha llevado a que por ejemplo el Partido Independiente, que acabo de mencionar, sobre todo durante los últimos meses del año, iniciara una serie de contactos con todos los partidos, pero especialmente con el Frente Amplio, en procura de construir un espacio socialdemócrata, precisamente a partir de posibles escisiones del Frente Amplio, del Partido Nacional, del Partido Colorado.
En fin, la pregunta de qué va a pasar con la Unidad Popular, aunque en este momento es poco trascendente, qué va a pasar en el futuro es una buena pregunta que es difícil de contestar. El Frente hasta ahora ha demostrado una enorme capacidad para mantenerse unido. No quiere decir que no pueda tener desprendimientos, y en particular no quiere decir que no pueda tener desprendimientos por la izquierda.
Porque si el mandato de Vázquez en curso es nuevamente interpretado como demasiado centrista por muchos electores del Frente, es posible que haya dirigentes del Frente Amplio dispuestos a emigrar, a irse, a no seguir convalidando gobiernos centristas.
- Con respecto a la Unidad Popular, también está el tema que ellos están intentando conformar una Confederación Sindical que rompa la hegemonía del Pit-Cnt. O sea, hace un rato hablábamos de los conflictos que puede haber con respecto a la economía. Me pregunto si eso puede generar consecuencias o si ese intento fracasa.
También, el movimiento sindical uruguayo es un movimiento, yo diría, cómo decirlo, muy sofisticado. Los trabajadores lograron en la década de 1960 conformar una central sindical. Y a pesar de toda el agua que pasó abajo de los puentes, incluida la dictadura, lograron mantener esa central única.
Ahora que el Frente está en el gobierno, aparecen críticas en el sentido de que la central del Pit-Cnt, su cúpula, es demasiado funcional al partido de gobierno. A veces parece que le hace más los mandados al gobierno que representar adecuadamente a los trabajadores. Esa es una crítica que circula en el movimiento obrero uruguayo.
Ahora, no es fácil crear una central aparte, no es fácil lograr que esa central sea grande y se agrande, crezca no es nada sencillo.
Entre otras cosas porque el movimiento sindical, en el cual los comunistas -que forman parte del Frente Amplio- juegan un papel decisivo, es un movimiento sindical ingenioso, sofisticado.
Entonces, no es que sistemáticamente tratan de frenar las movilizaciones, ellos alientan las movilizaciones, y logran no pocas reivindicaciones.
- La seguridad dejó de ser tema de debate político con respecto a hace unos meses. ¿Por qué pasó, cómo se puede desarrollar esto?
Fue así, el tema de la seguridad se ha ido apagando. Yo creo que empezó a apagarse después del fracaso de la reforma constitucional por la baja de la edad de imputabilidad, impulsada sobre todo por el Partido Colorado, por Pedro Bordaberry, con el apoyo de la fracción mayoritaria del Partido Nacional. Eso fracasó.
Creo que a su vez a Bordaberry, el protagonista protagonista de esta campaña, le fue mal en la elección pasada. Y es probable que la lectura que haya hecho la oposición es que finalmente no rendía tanto electoralmente, como gancho electoral, no funcionaba tan bien como parecía el asunto de la inseguridad, la crítica a la falta de seguridad.
Que era y sigue siendo el principal problema cuando se hacen mediciones de opinión pública. Pero no funcionaría tan bien muchos dirigentes de la oposición, y como muchos analistas incluso, pensábamos que podía funcionar. Entonces me parece que han abandonado ese asunto, se habla menos del tema de la seguridad.
Creo que además de este componente que acabo de mencionar, existe otro que es que el propio Frente Amplio también ha cambiado su política de seguridad. Yo diría que desde que asumió Bonomi, ya hace unos años atrás hasta ahora, el Frente ha ido endureciendo su postura. Es decir, hay más policías, más patrullaje, hay más mano dura.
Y entre el cambio de la política, el endurecimiento de la política de seguridad del Frente Amplio, y que reditúa menos electoralmente, el asunto ha perdido importancia.
Y agregale a esto que están volviendo las preocupaciones más vinculadas a la economía. Empieza a crecer de vuelta la preocupación por el desempleo, empieza a crecer de vuelta la preocupación por el salario, en fin.
- Decís que eso reduce la preocupación por la seguridad...
Seguro, la preocupación principal va disminuyendo, va retrocediendo la seguridad como preocupación importante, a medida que aumenta la preocupación por la problemas económicos, en la medida que además los problemas económicos se van agravando. La economía, como dije al principio, se está frenando y la gente lo siente.
Además la oposición habla y se habla en todos lados de qué va a pasar con la economía, que Argentina esto, que Brasil lo otro, que China se desacelera, etcétera etcétera.
- Hace un rato preguntábamos sobre la reforma educativa, que fue un tema de campaña que varios años antes no se hablaba tanto de la educación, y en estas elecciones creo que sí. Pero ahora a las autoridades que habían asumido para iniciar cierta reforma los removieron del cargo. ¿Cómo analizás esa situación y cómo va a repercutir en el sistema político?
Es un poco desconcertante lo que pasó con la educación. Que hay problemas en la educación es unánime. El propio Estado uruguayo creó, a instancias del Frente Amplio, en el marco de la nueva Ley de Educación votada durante el primer mandato de Vázquez, creó el Instituto Nacional de Evaluación Educativa. Produjo su primer informe hace muy poco, publicado en 2014, que muestra claramente una cantidad de problemas importantes. En particular en enseñanza media, pero no sólo en la enseñanza media: problemas de cobertura, problemas de desigualdad importantes.
Entonces se veía venir una reforma, muchos pensábamos que el Frente iba a encarar una reforma educativa ambiciosa en esta segunda presidencia. Además teniendo en cuenta que otros temas tampoco tienen....
- La reforma del estado...
... Como te decía, el Frente no tiene una gran agenda. Entonces, en ausencia de una gran agenda, porque ya ha venido haciendo muchas cosas en diez años, hasta por descarte, la educación se veía venir como tema importante en la agenda del presidente Vázquez en su segunda presidencia.
Además, él durante la campaña electoral habló de educación. Además, durante la campaña electoral mostró a Fernando Filgueira como su principal asesor en materia educativa. Quienes lo conocemos a Fernando Filgueira, y lo hemos escuchado hablar de este tema, sabemos que en su visión el país tiene problemas graves, y además precisa un conjunto de cambios estructurales, y no invento yo la palabra, uso la expresión de Fernando, cambios estructurales en la educación.
Entonces, tomando en cuenta todos estos elementos, podía imaginarse una reforma educativa en este gobierno del Frente. Pasó que Fernando Filgueira fue designado subsecretario de educación pero renunció a mediados del año pasado. Y con él renunció también otro jerarca importante del Ministerio de Educación, el maestro Mir.
Entonces, dos de las principales figuras del elenco pro reforma del Frente Amplio volaron. Entonces, las perspectivas de cambios profundos en la educación, yo creo que se han debilitado mucho. Es difícil esperar un cambio educativo.
Claro, al presidente le va en general tan mal que, quizás en algún momento, tome la decisión de reinstalar este tema, de tratar de construir una coalición con la oposición para llevar adelante el cambio.
Siempre es posible esperar algo más, pero por ahora el tema de la educación parece haber desaparecido, al menos como gran reforma inminente, que era como estaba planteado al final de la campaña electoral.
- Recién mencionaba que tampoco está planteado ahora una reforma del estado. Entonces, no quiero hablar de las elecciones siguientes, pero si no hay reforma del estado o reforma educativa, ¿cómo haría el Frente Amplio para pedir un mandato más? ¿Qué propondría?
Sí, es una buena pregunta. El Frente se va quedando sin agenda. Vos decís qué propondría; no sé. Proponer una reforma educativa después de tres mandatos, difícil.
El Frente tiene otros temas pendientes. Una política industrial más ambiciosa, los frenteamplistas sueñan siempre con el Uruguay de la chimenea y el Uruguay innovador.
En fin, la verdad es que a medida que pasa el tiempo, resulta más difícil para el Frente tener una agenda, más difícil para el Frente concretar cambios.
En todo caso, yo no sé qué va a pasar en la próxima elección. Pero cada día me parece más claro que la permanencia del Frente Amplio en el gobierno depende cada vez menos de sí mismo, y cada vez más de lo que sea capaz de hacer la oposición.
Porque puede que un partido no gobierne muy bien, pero si la oposición no ofrece algo netamente mejor, está el dicho ese "más vale malo conocido que bueno por conocer", que en Uruguay se aplica a todo, desde la política hasta el fútbol.
Entonces, si la oposición no genera una alternativa creíble, el Frente, aún con poco para ofrecer, ofreciendo lo mínimo, capaz que logra permanecer en el poder.
- Algunos sectores del Frente Amplio planteaban una reforma constitucional. ¿Qué tan factible es que se realice, y qué propuestas podrían salir?
Muy difícil, porque en el Frente tampoco hay convergencia y coincidencia entorno a qué tipo de reforma hacer. Entonces, por la vía parlamentaria no se puede hacer porque precisa mayorías especiales, por la vía de una Asamblea Nacional Constituyente, con los problemas económicos y el problema educativo... en fin, es difícil convencer al Uruguay que hace falta hacer una movilización para hacer una refundación de las instituciones, es muy difícil. Yo creo que es bastante poco probable que haya una reforma constitucional.
Más bien, parece que se vienen años de poca cosa, esa es mi impresión. Yo pensaba que podía haber más en este Frente Amplio, a pesar de tanto tiempo en el gobierno -en Uruguay diez años de gobierno es mucho tiempo-, que el Frente Amplio podía tener más energía, más agenda.
Por ahora, por lo que mostró en este primer año de su tercer mandato, el Frente está por debajo de las expectativas, no de las mías, de la opinión pública en general. Es difícil imaginarse por dónde vendrá lo nuevo.
Aunque mirá, si hay algo que quieren hacer los partidos que están en el gobierno, es mantenerse. Y si para mantenerse y si tienen miedo de perder el poder, son capaces de reinventarse, son capaces de crear novedades. El Frente lo hizo en la Intendencia de Montevideo, parecía que iba camino a perder, y logró corregir el rumbo, y logró generar una oferta electoral atractiva.
Nada impide que a nivel nacional pase lo mismo, o sea que el Frente, aún haciendo una gestión regular, pueda llegar a la elección mostrando un poco e ilusionando un poco más. Ya te digo, depende básicamente, más que del Frente, depende de la oposición.
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